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En la primera jornada del torneo, el arbitraje tuvo un par de errores importantes.
Lo peor fue en el Puebla-Tigres. El árbitro Erick Yair Miranda amonesta a Javier Aquino al 52’, pero el jugador le da un empujón, le grita en la cara, le hace un corte de manga, y solamente sale con la tarjeta amarilla. Era el primer partido del Clausura 2018 y no lo hizo bien.
En el Pachuca-Pumas, el árbitro Jonathan Hernández, quien prácticamente estaba debutando a los 36 años de edad, cuando tenemos a uno de 34 que ya va al Mundial... Son las cosas que uno no entiende. Al 38’, hubo un penalti muy claro de Óscar Murillo sobre Nicolás Castillo y no lo señaló. De ahí se generó el contragolpe que acabó con el 2-0 en favor de los locales, jugada que —al final— no repercutió en quién ganó.
También hubo una polémica bastante fuerte en el Toluca-Chivas. Al 52’, el árbitro Óscar Macías da por bueno el gol de Javier López y, pareciera, que baja la pelota con la mano. Los jugadores del Toluca se volvieron locos pidiendo la infracción. En la toma televisiva que está en el otro lado de la cancha, se ve que le pega entre el escudo del equipo y el hombro. Después, posiblemente hay un rozón con la mano, la cual sí se podría sancionar.
De lo bueno, el gol no validado a Tigres, porque la pelota no ingresó.