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Lo único que ganará es dinero, todo lo demás se perderá. Cuando Carlos Vela salga hoy por última vez al campo del estadio Municipal de Anoeta, habrá culminado, si no una brillante, sí una sólida trayectoria en el futbol europeo, envidiable para muchos jugadores.
Vela se ha retirado antes de tiempo. El dinero lo movió a firmar por un equipo que todavía ni existe, como lo es el LAFC, el segundo de Los Ángeles, en una de las ligas menos competitivas en la que puede caer un jugador de su categoría. Nunca le importó el futbol. Él mismo lo declaró en alguna de las escasas entrevistas que dio en su estancia europea: su hobbie es el baloncesto; por eso, vivir cerca del Staples Center fue muy tentador, más cuando se gana tanto dinero en una competición como la MLS, donde tendrá todo, menos presiones.
Se juntará en la misma ciudad con Giovani dos Santos, su gran amigo, socio de aventuras y hasta merecedores del apodo “generación dorada” del futbol mexicano, esa que no ganó nada y de la que siempre se esperó tanto. Por lo menos, Dos Santos fue medallista de oro olímpico y jugó en el Barcelona, aunque desperdició su talento al desviar el futbol por otros intereses.
Una buena decisión la que han tomado quienes van a la MLS, aunque con diferentes matices. Cuando fueron a retirarse Cuauhtémoc Blanco y Pável Pardo se entendió, era ahora o nunca para ganar buenas cantidades de dinero, después de demostrar en equipos grandes que estaban diseñados para triunfar. Blanco, un ídolo y referente del América y Pardo, campeón de la Bundesliga con Stuttgart. Dos Santos y Vela están en su mejor edad, en el peor lugar para trascender. Fueron conformistas y su carrera terminará sin pena ni gloria.
Vela ha jugado 43 partidos con la Selección Nacional, porque renunció a hacerlo con mayor frecuencia. Siempre enojado con el entorno, con los medios, que es lo menos importante. Lo que sí es un hecho es que ha quedado a deber, y cuando en mejor momento estaba para despegar, lo sentó Juan Carlos Osorio en contra de Alemania en la pasada Copa Confederaciones. Incongruencias constantes en su carrera.
Es una maravilla salir de un equipo como lo está haciendo. La Real Sociedad demuestra que le tiene aprecio. No ha hecho otra cosa más que dedicarle espacios en sus redes sociales, página de internet y comunicados oficiales. Se va el bien querido de Guipúzcoa, el valorado futbolista mexicano que siempre rindió y que hoy adelantó su retiro, aunque siga en actividad.
El problema no es para Vela, como no es para los Dos Santos. Ellos felices de ganar lo que ganan, de estar juntos y pertenecer a la élite de una liga que no les representa ni retos ni presiones. El tema de fondo es para la Selección. Uno más que se va a no tener actividad y que debía estar en los planes de Osorio, quien hará lo que nadie en un Mundial: convocar futbolistas suplentes en sus equipos o a quienes no tienen actividad previo a Rusia 2018.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
Vela se ha retirado antes de tiempo. El dinero lo movió a firmar por un equipo que todavía ni existe, como lo es el LAFC, el segundo de Los Ángeles, en una de las ligas menos competitivas en la que puede caer un jugador de su categoría. Nunca le importó el futbol. Él mismo lo declaró en alguna de las escasas entrevistas que dio en su estancia europea: su hobbie es el baloncesto; por eso, vivir cerca del Staples Center fue muy tentador, más cuando se gana tanto dinero en una competición como la MLS, donde tendrá todo, menos presiones.
Se juntará en la misma ciudad con Giovani dos Santos, su gran amigo, socio de aventuras y hasta merecedores del apodo “generación dorada” del futbol mexicano, esa que no ganó nada y de la que siempre se esperó tanto. Por lo menos, Dos Santos fue medallista de oro olímpico y jugó en el Barcelona, aunque desperdició su talento al desviar el futbol por otros intereses.
Una buena decisión la que han tomado quienes van a la MLS, aunque con diferentes matices. Cuando fueron a retirarse Cuauhtémoc Blanco y Pável Pardo se entendió, era ahora o nunca para ganar buenas cantidades de dinero, después de demostrar en equipos grandes que estaban diseñados para triunfar. Blanco, un ídolo y referente del América y Pardo, campeón de la Bundesliga con Stuttgart. Dos Santos y Vela están en su mejor edad, en el peor lugar para trascender. Fueron conformistas y su carrera terminará sin pena ni gloria.
Vela ha jugado 43 partidos con la Selección Nacional, porque renunció a hacerlo con mayor frecuencia. Siempre enojado con el entorno, con los medios, que es lo menos importante. Lo que sí es un hecho es que ha quedado a deber, y cuando en mejor momento estaba para despegar, lo sentó Juan Carlos Osorio en contra de Alemania en la pasada Copa Confederaciones. Incongruencias constantes en su carrera.
Es una maravilla salir de un equipo como lo está haciendo. La Real Sociedad demuestra que le tiene aprecio. No ha hecho otra cosa más que dedicarle espacios en sus redes sociales, página de internet y comunicados oficiales. Se va el bien querido de Guipúzcoa, el valorado futbolista mexicano que siempre rindió y que hoy adelantó su retiro, aunque siga en actividad.
El problema no es para Vela, como no es para los Dos Santos. Ellos felices de ganar lo que ganan, de estar juntos y pertenecer a la élite de una liga que no les representa ni retos ni presiones. El tema de fondo es para la Selección. Uno más que se va a no tener actividad y que debía estar en los planes de Osorio, quien hará lo que nadie en un Mundial: convocar futbolistas suplentes en sus equipos o a quienes no tienen actividad previo a Rusia 2018.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
