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Nada más anunciaron las pruebas del VAR en México y parece que los árbitros lo hacen a propósito. Actuaciones deplorables de dos silbantes, Jorge Antonio Pérez Durán en el partido Guadalajara vs Necaxa, y Marco Antonio Ortiz en el León vs América.
La marcación de un penalti en el estadio de Chivas a favor del equipo local cuando Ángel Zaldívar y Leobardo López disputaban un balón sin que el jugador de Necaxa cometa alguna infracción (no todo contacto es falta), habla pésimo del criterio que tiene Pérez Durán, quien en un partido de Liga, hace unos años, escuchó “voces” que le hicieron marcar un penalti a favor del Toluca en contra del Atlas, cuando tampoco existió falta, tardándose más de 15 segundos tocándose el oído como si alguien le dictara la orden. Este silbante es de los elementos que no han mejorado y que si existiera el VAR sería evidenciado, prácticamente, jornada a jornada.
Ilusos y sin pruebas, quienes aseguraron que la designación de Marco Antonio Ortiz para el León vs América fue hecha por la directiva del equipo de Coapa, ya que se filtró a algunos medios que el árbitro original para dicho encuentro era Roberto García Orozco, y que el América, según estas voces, había solicitado el cambio. Pues que mal eligieron, si ese fue el caso, ya que al hacer una solicitud así, se debe ser muy tonto para poner un árbitro que te va a perjudicar como lo hizo Ortiz ayer por la noche.
Sin olvidar el raquítico nivel que mostró el América en León, una Liga que aspira a ser de las mejores del mundo, no se puede permitir tener
árbitros que inventen penaltis. Porque ni el peor enemigo y crítico del América puede alegar que hubo falta de Bruno Valdez sobre Maximiliano Cerato.
El futbol mexicano está para reaccionar ante esto, y lo debe hacer. La simulación de Cerato, quien intentó engañar al árbitro y lo consiguió por la incapacidad de éste, debe ser castigada. Permitir la trampa es un acto de corrupción tanto de quien lo hace como de quien lo avala. Por eso, la Comisión Disciplinaria debería actuar en serio y de inmediato, todo lo demás sería seguirse burlando del público, de su propia Liga y de un futbol en el que se permitirían trampas evidentes.
La urgencia de contar con el VAR no exenta a estas pésimas actuaciones arbitrales porque por más que haya un videoreferee seguirían siendo igual de malos, eso ya no tiene solución. Por el contrario, conociendo a estos personajes, son capaces de echarse a la hamaca sabiendo que habrá algunos ojos más para componer su camino.
El arbitraje mexicano necesita instrucción y capacitación, no seguir confiando en instructores que en activo nunca destacaron como silbantes y ahora mucho menos lo harán como los responsables de enseñarles a quienes hoy están en Primera División. Este despojo a Necaxa y América no puede pasar por alto.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
La marcación de un penalti en el estadio de Chivas a favor del equipo local cuando Ángel Zaldívar y Leobardo López disputaban un balón sin que el jugador de Necaxa cometa alguna infracción (no todo contacto es falta), habla pésimo del criterio que tiene Pérez Durán, quien en un partido de Liga, hace unos años, escuchó “voces” que le hicieron marcar un penalti a favor del Toluca en contra del Atlas, cuando tampoco existió falta, tardándose más de 15 segundos tocándose el oído como si alguien le dictara la orden. Este silbante es de los elementos que no han mejorado y que si existiera el VAR sería evidenciado, prácticamente, jornada a jornada.
Ilusos y sin pruebas, quienes aseguraron que la designación de Marco Antonio Ortiz para el León vs América fue hecha por la directiva del equipo de Coapa, ya que se filtró a algunos medios que el árbitro original para dicho encuentro era Roberto García Orozco, y que el América, según estas voces, había solicitado el cambio. Pues que mal eligieron, si ese fue el caso, ya que al hacer una solicitud así, se debe ser muy tonto para poner un árbitro que te va a perjudicar como lo hizo Ortiz ayer por la noche.
Sin olvidar el raquítico nivel que mostró el América en León, una Liga que aspira a ser de las mejores del mundo, no se puede permitir tener
árbitros que inventen penaltis. Porque ni el peor enemigo y crítico del América puede alegar que hubo falta de Bruno Valdez sobre Maximiliano Cerato.
El futbol mexicano está para reaccionar ante esto, y lo debe hacer. La simulación de Cerato, quien intentó engañar al árbitro y lo consiguió por la incapacidad de éste, debe ser castigada. Permitir la trampa es un acto de corrupción tanto de quien lo hace como de quien lo avala. Por eso, la Comisión Disciplinaria debería actuar en serio y de inmediato, todo lo demás sería seguirse burlando del público, de su propia Liga y de un futbol en el que se permitirían trampas evidentes.
La urgencia de contar con el VAR no exenta a estas pésimas actuaciones arbitrales porque por más que haya un videoreferee seguirían siendo igual de malos, eso ya no tiene solución. Por el contrario, conociendo a estos personajes, son capaces de echarse a la hamaca sabiendo que habrá algunos ojos más para componer su camino.
El arbitraje mexicano necesita instrucción y capacitación, no seguir confiando en instructores que en activo nunca destacaron como silbantes y ahora mucho menos lo harán como los responsables de enseñarles a quienes hoy están en Primera División. Este despojo a Necaxa y América no puede pasar por alto.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx