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Cambios, cambios y más cambios necesitan los Pumas
para la próxima temporada. Deberían comenzar desde la cúpula, pero Rodrigo Ares de Parga , el presidente del equipo, cuenta con el respaldo del Patronato de la Universidad.
El desastre de los últimos dos torneos no ha sido suficiente para mover una gestión que no ha entregado resultados en lo deportivo y se sostiene sólo por lo financiero.
Los primeros ajustes deben venir en el cuerpo técnico. Bruno Marioni no fue, ni será la solución. El argentino aún no está para un equipo de los tamaños de Pumas ; grave error confiar en un entrenador inexperto que llegó a aprender y no a entregar sabiduría y —para colmo— mostró su lado violento, digno de un porro de cualquier facultad.
La guillotina tendría que pasar después por los futbolistas. En Pumas no debe seguir el portero Alfredo Saldívar , adiós al colombiano Jeison Angulo , fuera Alejandro Arribas , Víctor Malcorra, Juan Iturbe y David Cabrera.
Los Pumas no espantan a nadie, perdieron fuerza, pegada, los equipos les han perdido respeto. Está extraviado su orgullo y prestigio. Merecen una reingeniería inteligente, basta de ir dando bandazos. Este verano es clave para la reinvención.
