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Disfrútalo, gózalo, diviértete, súfrelo, vívelo. Son mis recomendaciones para la semifinal Pumas-América.
¡Recuerda! Es un simple juego, no más, no se va la vida; no hay nada más de por medio que el balón, las playeras, los colores de tu equipo y 22 jugadores.
Te pido por favor, no lleves a otro nivel tu afición por Pumas o América. Si vas al estadio, compórtate. Si vas con tu familia, sé buen ejemplo. Si ves a un rival cerca, respétalo. Si quieres golpear, contrólate. Si la pasión te desborda, respira. Si discutes, no ofendas. Si gana tu equipo, ríe y si pierde, contente, porque no vale la pena armar un desmadre por nada.
Sin duda, el Pumas-América es el clásico más pasional de nuestro futbol. El “odio deportivo”, bien entendido, la rivalidad en la tribuna y cancha, no tienen comparación; el colorido, los cánticos, las porras hacen diferente la confrontación. Que no se manche el espectáculo, que las familias asistan al escenario sin miedo, que sean dos partidos limpios.
Tú que me estás leyendo, no caigas en provocaciones; en casa esperan tu llegada. Pelearse por un juego es absurdo. No lleves al límite los cinco sentidos. No lances piedras al camión del rival, no alteres el ambiente, porque a partir de esto, “la bola de nieve” ya no se detiene. Si terminas enojado, frustrado, no te desahogues con el primero que te encuentres, CALMA.
Se viene el Pumas-América. #BesosYAbrazosParaTodos.
