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No contaré la historia de Aladino y tampoco caeré en los arquetipos del mundo árabe , pero algo me queda claro después de esta experiencia mundialista de clubes, el Medio Oriente está listo para albergar un evento de tal magnitud en 2022.
Y ojo, no quiero confundirlos con el tema político social que hoy ha separado a Qatar de sus hermanos árabes y también es evidente que es algo muy diferente Dubai a Doha , pero platicando con la mayoría de las personas acá, reconocen el arraigo y crecimiento por la afición al futbol , donde en todos sus bares y restaurantes se ve la Liga inglesa y la Liga española.
Los estadios tanto en Al Ain como en Abu Dhabi generan un sabor muy peculiar y cada vez más intenso. Qatar será la última Copa del Mundo con 32 selecciones, por lo que será la última edición en la que veamos el nivel futbolístico que nos tiene acostumbrado un Mundial antes de que se amplíe a 48 y se pierda un poco de esta esencia.
Además, Qatar es un país que desde que ganó la candidatura en 2010, ha buscado empaparse de cultura futbolística en diferentes niveles. Una aerolínea qatarí fue el patrocinador oficial del Barcelona por varios años. Qatar Sports Investments compró al Paris-Saint Germain para convertirlo en uno de los equipos más poderosos de Europa.
Mientras que beIN Sports , canal de televisión con propietarios cataríes, ha comprado los derechos de los eventos deportivos más importantes como la Champions League o la Premier League para transmitirlos en toda la región árabe.
El gran detalle y asignatura pendiente son los derechos de las mujeres. Pero sin duda para todos los aficionados de este hermoso deporte podrán entender mejor una cultura protagonista de los nuevos roles de la humanidad y que cada día le gusta más el futbol con la oportunidad de decirle al planeta que no son la cultura que Hollywood propone todo el tiempo de ellos.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la era donde ver al mundo árabe metido en el futbol será cada día más normal.
@EnriqueVonBeas
