Más Información

Senado avala permitir que funcionarios de CFE, Pemex y SAT porten armas; dictamen es turnado al Ejecutivo

México ha devuelto a más de medio millón de migrantes porque Trump "obligó” a Sheinbaum: Noem; "usted fue tan agresivo”, dice

García Harfuch rechaza que estrategia de seguridad sea fallida; "no se resuelve en seis meses", dice

INE solo revisará perfiles de candidaturas dentro de su competencia: Taddei; es responsabilidad del Senado, dice

Corte rechaza proyecto que propone amparar a Uber contra impuesto del 2%; turnan asunto a ministra Lenia Batres

Caso Axe Ceremonia: Familias de Berenice y Miguel realizan examen psicológico; “nos sentimos tristes, confundidos por nuestro futuro"
Antes que nada hay que decir que todos tienen derecho a expresarse de la forma que gusten o les dé la reverenda y soberana gana, pero también debe ser en el límite de lo correcto, político, propio y sensato. Es la peor forma de decir que no existe un mandatorio, cada quien tiene sus escalas de acuerdo a su conveniencia.
Habiendo dicho lo anterior, pondré un poco de contexto. En una reunión donde asistieron algunos dueños de equipos, jugadores, además del comisionado de la NFL, uno de los tópicos a tratar era qué hacer con la creciente demostración de jugadores durante el himno nacional de Estados Unidos y cómo crear estrategias para que no sucedieran.
Ahora imagínense en la mesa a gente dueña de sus empresas, de sus equipos, con miles de millones de dólares y en tantas de las ocasiones como en este tipo de reuniones con opiniones que carecen de diplomacia; solo externan su pensar, conveniencia, óptica (elijan la que más guste) ante una situación.
La cuestión es que deja fríos a los presentes, atónitos a los jugadores y casi le da un ataque al miocardio al área de prensa de los Texanos de Houston.
“Los prisioneros no pueden manejar la cárcel”, esa fue la reacción de Bob McNair, propietario de los Texanos de Houston, ante la creciente participación de jugadores en las protestas durante el himno de Estados Unidos. Dejando de lado la parte políticamente correcta en el fondo, su óptica tiene lógica; sin embargo, en la forma sólo deja ver una cosa, el mundo a través de sus palabras. Aunque se ha intentado disculpar una y otra vez, sus palabras jamás las sacaron de contexto, se resbaló y existe el precedente. Como decían en mi pueblo no es que me digas perra, sino la perra forma en la que me lo dices.
Por cierto, madre, muchas gracias por la comida y por la paciencia en nuestra convivencia entre platos, comida, una laptop y futbol americano.