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No ha llegado aún a los 50 años de edad y su nombre es referencia de la cocina española en el mundo mundial.
Alberto Chicote, de nombre, tal vez no duerma nunca. Su vida está en leer ciencia ficción, de la cual es no sólo ávido sino experto, ver tanto cine como le aceptan los ojos —que no es poco decir—, hacer televisión con programas no sólo exitosos sino que han levantado pasiones en su contra pese a que la razón le asiste, y cocinar, claro, cocinar para los comensales que acuden a sus restaurantes y que le dispensan siempre un enorme agradecimiento por la dedicación, el profesionalismo, la imaginería y el atrevimiento por los platos que conforman sus diversos menúes.
Pero la vida no siempre fue así para este madrileño porque de él tenemos dos imágenes: la de un hombre entrado en años, digamos que con 60 y muchos, y la del tipo joven, apenas fornido por su práctica del deporte, con un rostro que tranquilamente puede pertenecer al hijo del hombre de la tercera edad. Lo singular es que en su caso fue al revés: primero fue el señorón y ahora es el maduro contemporáneo, tirando a esbelto.
Un día aceptó el reto y el trabajo de participar en el programa En forma en 70 días. Y desde entonces hacia acá, Alberto Chicote tiene 35 kilos menos y su aspecto es el de quien debe ser: el de un hiperactivo y superdotado chef que no acaba de llegar a la cincuentena.
Ese cambio radical en la salud nos lleva a su más reciente libro, de título Recetas por tu corazón, hecho a pedido de Alianza por la Diabetes y bajo el sello de las empresas Boehringer Ingelheim y Lilly. Su descarga es gratuita, tal cual, algo inusitado en un volumen extraordinario realizado ni más ni menos que por el creador y dueño del restaurante Yakitoro y de la taberna Puertalsol. Si nadie le dice, querido lector, que todos los ingredientes y procedimientos están pensados y avalados por la medicina para comer y vivir la vida si se padece diabetes tipo 2, no se percataría del asunto —y en cuanto acuda a sus páginas lo corroborará—. Antes, anote si gusta o haga clic en el enlace alianzaporladiabetes.com y descárguese el libro que, con diabetes o sin ella, es una delicia si usted cocina, y lo es también si no cocina pero lee el recetario prodigioso ilustrado con las fotografías, entre otros, de Oriol Vila, un artista en toda línea.
Chicote es egresado de la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, trabajó en sitios de fuste como La Recoleta y Zalacaín, se especializó en su área de conocimiento en Suiza, fue jefe de cocina de NODO y chef principal de El Cenachero. Después vinieron los restaurantes de su propiedad y poco antes su paso por la televisión con Top Chef y Pesadilla en la cocina. Este último, si bien ha sido muy exitoso y cuenta con varias temporadas, le ha generado malquerencias por parte de las personas responsables de brindar alimentos lo mismo en restaurantes que en ferias o hasta en hospitales. Buen chef, con instinto periodístico innato, Alberto Chicote descobija toda la insalubridad que puede haber en las cocinas que deberían estar cuidadas hasta el límite en lo que a fecha de caducidad de los alimentos y tratamiento de los mismos se refiere. Aquellos a quienes visita con la cámara, créame, le tienen miedo, y hasta ahora todo ha quedado en amenazas de demanda que en cualquier caso ganaría al poner en evidencia todo el peligro que corre el comensal en diversos sitios.
Hace relativamente poco tiempo, en una charla con la vivaz periodista Sara Polo —para el suplemento Papel, del diario El Mundo—, Alberto Chicote, el tipo que con generosidad escribe un recetario como el citado, también reconoce que paga el precio de la fama: “A veces echo de menos estar dando el servicio, meterme dentro de la cocina, porque a mí ese rollo me gusta muchísimo. Pero ahora el público lo que demanda cuando viene al Puertalsol o a mi otro restaurante, Yakitoro, no es que yo esté haciendo las cosas, sino poder saludarme, hacerse una foto, así que sigo cocinando, pero lo hago cuando no hay nadie. Encima, todas mis cocinas son de cristal... ¡No puedo decir que no estoy!” Y, más adelante, sobre las muy connotadas estrellas Michelin, de las cuales no posee ninguna: “Si montase un sitio para conseguir una estrella Michelin creo que el público reclamaría mucho más mi presencia, y el propio negocio también. De este modo puedo hacer algo que, primero, me apetece mucho, y segundo, me permite engranar todo muchísimo mejor. Soy un convencido de que, por un precio razonable, se pueden hacer cosas muy divertidas y que están muy bien. De nada sirve decirlo si no lo demuestras.”
Escribe, en el prólogo a Recetas por tu corazón, el doctor Ramón de Cangas —académico de número de la Academia Española de Nutrición y Dietética—: “Un patrón dietético adecuado junto a unos hábitos de vida saludables permite un buen control de la diabetes. Además, evita o disminuye el riesgo de nefropatías, neuropatías, enfermedades cardiovasculares, entre otros, y todo ello sin ninguna necesidad de renunciar a los placeres de la gastronomía.”
Regálese, querido lector, un libro gratuito que le alegrará el paladar y el corazón, escrito por un hombre que sabe y que ha vivido lo que escribe.
@cesarguemes