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El primer cartel magno del Consejo Mundial de Lucha Libre ya tiene fecha, lugar y protagonistas para este 2018. Será el viernes 16 de marzo en la Arena México cuando se celebre la tradicional función de “Homenaje a dos leyendas”, evento que está dedicado al padre de la lucha libre en México, don Salvador Lutteroth, y que este año rendirá tributo a Mil Máscaras, la máxima figura mexicana a nivel internacional.
En el marco del doble homenaje desfilarán las máximas figuras del CMLL, en una noche que se espera sea una gran fiesta engalanada con el combate estelar de máscara contra máscara, entre el Ángel de Oro y Cuatrero. Sangre joven que envueltos en una ruda rivalidad han decidido apostar la identidad, y que mejor que sea en el cuadrilátero de la catedral de la lucha libre.
La lucha ya está pactada y garantizada mediante el contrato que los enmascarados firmaron ante los medios de comunicación, comprometiéndose no sólo con la empresa, sino también con el público para exponer las máscaras.
Es un combate de pronóstico reservado, en donde dos de las escuelas más prolíficas de la República chocarán de frente en busca de la supremacía. En una esquina estará el luchador técnico Ángel de Oro, quien representa el prestigio de la Comarca Lagunera, y en la otra esquina el poderoso rudo de Lagos de Moreno, Cuatrero, quien representa a la exigente escuela tapatía.
Ambos atletas son luchadores de segunda generación, Ángel de Oro es hijo de Apolo Chávez, y hermano del recién desenmascarado Niebla Roja; Cuatrero es hijo del popular rudo Cien Caras, sobrino de Máscara Año 2000 y Universo 2000, y en conjunto con su hermano Sansón y sus primos Forastero y Universo 2000 Jr., conforman a la Nueva Generación Dinamita, tercia explosiva que ha comenzado a detonar las arenas del CMLL con rudeza y estupenda coordinación.
En el uno a uno están parejos en físico, técnica y rudeza para competir por salvar la máscara. Son luchadores en el límite del peso medio a semicompleto, de hecho, el nuevo Dinamita le arrebató en Japón el campeonato mundial medio al de La Laguna en un estupendo combate. En cuanto a experiencia el técnico puede tener ventaja; ya ha tenido la oportunidad de exponer y defender con éxito la incógnita, y en su vitrina guarda orgulloso la máscara del bien recordado Fabián el Gitano. En el caso de Cuatrero, es la primera vez que pone en juego la capucha a estos niveles de exigencia, por lo cual los nervios y el dominio del monstruo de mil cabezas podrían jugar en su contra.
En la lucha nada está escrito, y el CMLL afina detalles para que “Homenaje a dos leyendas” sea un cartel redondo, lleno de melancolía y digno de recordar por las hazañas que están a punto de escribirse en la historia del deporte espectáculo.