Por: Arlequín

Si los conservadores o los corruptos priístas hubieran sido quienes pronunciaron la frase: “sea como sea, se la metimos doblada, camarada”, pronunciada por el ínclito literato de izquierda progresista Paco Ignacio Taibo II , la descriptiva oración se hubiera interpretado como una leperada. Pero afortunadamente, esas palabras salieron de los labios de un miembro distinguido de la Cuarta Transformación, a quien hasta ahora le fue conferida la responsabilidad de dirigir el Fondo de Cultura Económica , y así, pues la cosa cambia.

Taibo II sacó lo más florido de su léxico para responder a quienes argumentaron que la ley le impedía ser designado como titular del FCE , pues nació en España y no en México , como se requiere, y que el Congreso estaba por modificar la legislación, y en caso de que eso no sucediera por “edicto” presidencial sería designado como encargado del despacho, en tanto que e l Poder Legislativo hacía la modificación necesaria para asumir la dirección del Fondo. Así que a eso hacía referencia cuando soltó la hoy ya muy famosa frase.

Afortunadamente hay diferencias, esa frase en boca de los vetustos y polvorientos miembros de la fase final de la Tercera Transformación hubiera tenido una lectura machista, vulgar y fálica, pero en boca de un hombre de izquierda, de un miembro de la generación de la Cuarta Transformación eso solo una descripción clara y directa de lo que es la modernidad política y democrática a la que estamos llegando.

Entérese. Antes, en la prehistoria democrática, las leyes no se hacían a la medida; si la Constitución decía que para se r Presidente de la República u ocupar algún cargo relevante había que ser mexicano por nacimiento, los muy conservadores hacían caso y se sometían a lo dicho por el viejo libro que data de 1917. Pero ahora, la modernidad y la posibilidad de tener una aplanadora en el Congreso, permite hacer las leyes a la medida de los hombres o las mujeres, y más si son de la talla de don Paco, quien merecería no solo su ley, sino un capítulo completo de la Constitución.

“Los culeros son culeros”. ¿También esa frase que pronunció el escritor ofende a los fifís conservadores? Tanto se han quejado de que los funcionarios son unos “señoritingos”, unos “pirrurris”, y ahora que sale un progresista que es auténtico y que habla igual cuando está en una cantina que ante un auditorio en la Feria Internacional del Libro , les duelen los oídos. ¿Quién entiende a estos hijos de… las fuerzas retardatarias?

“Yo sé que me paso de lépero, pero si algo conquistamos este último julio es el derecho de llamar las cosas por su nombre: los ladrones, ladrones; los traidores, traidores; los enmascarados, enmascarados y los culeros, culeros, ya por lo menos lenguaje y claridad”, dijo Taibo II.

Así es don Paco, aeropuertos cancelados, trenes que crucen la selva, militares que resguarden la seguridad en el país, el fin de la corrupción, el fin del fuero, son tareas que sólo le interesan al Presidente Andrés Manuel López Obrador , son sus sueños, es lo de menos. Lo importante es que hoy si un funcionario quiere soltar albures o mentadas de madre cuando quiera y donde quiera, lo podrá hacer gracias a que 30 millones de personas le dieron su voto y su confianza al proyecto. Eso y no leperadas es la Cuarta Transformación.

Por favor camarada Taibo, no se doble. Usted ya dijo que hay que llamar al pan, pan; a las expropiaciones, expropiaciones y a los enmascarados, enmascarados. Así que su disculpa se entiende como una incongruencia. Que de algo haya servido el triunfo histórico del 1 de julio, no cambie su libertad de decir lo que quiera y de hablar como carretonero por un mugroso puesto en el gobierno. Claro que se entiende que su disculpa fue voluntaria, que nadie le exigió que la ofreciera, que usted la ofrece porque es una caballero, un poco soez, pero un caballero al fin, pero ya ve como es esa prensa fifí y los pregoneros que mienten como respiran, dirán que ahora usted se excusa para poder ir por el hueso, “haiga sido como haiga sido”.

No se apure camarada, si no hay ley habrá “un edicto” del Presidente y, como último recurso, se podría hacer una consulta ciudadana para que sea la gente quien decida su futuro y, don Paco, en esas usted sabe muy bien que no hay manera de perder. No se doble don Paco, no se doble, por favor.

***Fotografía: Paco Ignacio Taibo II. (Alejandra Leyva / EL UNIVERSAL)

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