Tras conocerse los resultados de las elecciones intermedias en Estados Unidos, sin duda los demócratas tuvieron un mejor resultado. Ganan las ciudades grandes y los suburbios y la base republicana queda cada vez más en las ciudades chicas y zonas rurales . Los demócratas también ganaron holgadamente en los estados de Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, que habían sido claves en la elección presidencial de Trump. Pero también perdieron las gubernaturas y una senaduría en Florida y Ohio, estados claves en cualquier elección presidencial, que sugiere un reto al futuro para los demócratas.
La inercia claramente favorece a los demócratas, sobre todo en el voto popular, que se ve reflejado en la elección de diputados, pero los republicanos conservan estados claves, que es la llave para el Senado y para las elecciones presidenciales en 2020, en que se vota por estados y no por voto popular. Trump no está a salvo para su reelección, pero no todo está perdido para él tampoco.
Lo que más cambiará será la correlación de fuerzas, con la Cámara de Representantes claramente en manos del partido demócrata. Ahí tendrán dos opciones: pueden usar su nuevo poder para investigar y hostigar a Trump , tratando de debilitarlo antes de las elecciones presidenciales de 2020, o pueden intentar negociar decisiones de política pública. Probablemente harán un poco de las dos, investigando la Casa Blanca por un lado y tratando de negociar presupuestos y políticas claves por el otro, pero el equilibrio entre los dos será clave, dependerá de si se ven más como un partido de oposición o uno de gobierno.
Hay señales que el tema migratorio les ayudó a los dos partidos anoche, pero en sentido inverso. Según las encuestas a boca de urna, 48 por ciento de los votantes manifestó que las políticas migratorias de Trump eran demasiado duras, mientras otro 48 por ciento las aprobaba o quería políticas aún más duras. El tema animó a la base de ambos partidos para que saliera a votar. Ayudó a los demócratas a ganar la Cámara de Representantes, pero también a los republicanos a mantener su control del Senado en los estados mas conservadores.