Más Información
De la Fuente alerta por tráfico ilícito de bienes culturales; Gobierno recupera 220 piezas arqueológicas
Reforma “ternurita”: Imjuve lanza campaña para promover elección judicial; “ellos nos salvarán del neoliberalismo”
Dan revés a la FGR en caso de “La Jefa”, esposa de “El Mencho”, al no lograr vinculación a proceso por crimen organizado; seguirá en prisión
Frente al mar del Puerto de Veracruz, el precandidato presidencial por la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado que ya no es más “El Peje” sino “Andrés Manuelovich”.
A pesar de que el periodista mexicano León Krauze, a través del diario estadounidense The Washington Post, afirmó que la posible intervención rusa en los comicios de 2018 no es una broma, sí lo es para el precandidato presidencial de Morena, quien en un video difundido en su cuenta de Twitter, se muestra en espera de un supuesto submarino con el oro traído desde Rusia.
De acuerdo con el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, hasta el momento no hay pruebas de la supuesta intervención en el proceso electoral mexicano. De igual manera, así lo afirmó el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray. Sin embargo, ¿cuál podría ser el interés del gobierno ruso de interferir en nuestras elecciones?
Según un informe presentado por la CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional, Rusia busca influir en los procesos electorales de los países aliados a Estados Unidos, tales como Francia, Alemania y posiblemente México, con el objetivo de elegir un presidente populista autoritario.
El columnista de El Universal, León Krauze, basado en el mismo informe emitido por las autoridades estadounidenses, considera que el motivo del presidente Vladimir Putin de imponer un presidente con ciertas características es para “desestabilizar sistemas y gobiernos que le son adversos, para luego intentar reemplazarlos con proyectos más afines”.
Con base a lo anterior, Andrés Manuel López Obrador parece ser el candidato a favorecer por parte del gobierno ruso en los comicios de 2018, ya que constantemente ha sido señalado como populista e incluso comparado con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Por ello, son también las acusaciones de Javier Lozano, vocero de la precampaña de José Antonio Meade.
Es importante resaltar que México es el segundo socio comercial de Estados Unidos. Sólo en 2016, el país vecino exportó a nuestro país 229 mil millones de dólares, lo que representó el 16% del total.
Teniendo como base a la geopolítica, el columnista Fernando García Ramírez consideró que no es descabellado que a Rusia “le convendría contar con un candidato hostil al gobierno de Estados Unidos y contrario al TLCAN”, esto a pesar del supuesto apoyo brindado a Donald Trump para obtener la Presidencia de la Unión Americana.
Por otro lado, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, H.R. McMaster, declaró que su país había percibido señales de que el gobierno ruso estaba interviniendo en las campañas presidenciales de México, esto a través de métodos de subversión, desinformación y propaganda, además de herramientas cibernéticas. No obstante, el funcionario estadounidense no brindó detalles específicos.
Ante lo anterior, no todos están convencidos de una posible injerencia, tal como lo han mantenido firmemente las autoridades de Rusia, ejemplo es el secretario de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
Mientras que en México, sea o no posible una intervención del gobierno ruso en las elecciones presidenciales de nuestro país, no han sido suficiente para que el INE indage sobre estas señalizaciones. Y, en caso de ello, el vocero de la Presidencia de México, Eduardo Sánchez, aseguró que el gobierno mexicano “cuenta con dispositivos institucionales para combatir e investigar la delincuencia electrónica a través de la Policía Federal”.
Sólo queda esperar los resultados del 1 de julio y mantenerse a la expectativa de una posible imposición rusa.