Los hongos son capaces de estar y sobrevivir en todos los ambientes donde hay vida, desde un desierto con temperaturas arriba de 50 grados, un bosque templado o en una uña humana.
Se trata de organismos de fisiología diversa. Desde un punto de vista antropocéntrico, hay hongos buenos, aquellos que el humano aprovecha, y malos, los que nos enferman.
Para la doctora Laura Rosio Castañón Olivares , de la Unidad de Micología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, el estudio de los hongos es importante porque pueden ocasionar numerosas enfermedades al humano.
Desde alergias hasta infecciones
Las alergias son causadas por las esporas de hongos que se encuentran en el ambiente. Ante esas estructuras fúngicas, la respuesta del sistema inmune de algunas personas es exagerada, causando hipersensibilidad o alergia.
Los micetismos son padecimientos que ocurren cuando una persona ingiere un hongo que es tóxico o venenoso . Las consecuencias pueden ir desde una diarrea severa hasta la muerte.
Las micotoxicosis se presentan cuando el humano ingiere semillas o granos contaminados con toxinas que producen los hongos al metabolizar los nutrientes de su medio. Las micotoxinas más frecuentes están relacionadas con problemas hepáticos.
Las enfermedades más estudiadas que causan los hongos son las infecciones o micosis. En estos casos, los hongos son parásitos del humano, intentando sobrevivir en nuestro cuerpo. Pueden generar infecciones superficiales si crecen en la piel, el pelo o las uñas; en otros casos llegan a invadir tejidos más profundos como la dermis o los músculos, incluso órganos como el corazón, el hígado, los riñones o la sangre.
Las infecciones por hongos pueden volverse peligrosas e incluso llevar a la muerte al paciente cuando su sistema inmune no está funcionando plenamente. Entre las recomendaciones para evitar infecciones por hongos está tener buenos hábitos higiénicos, tomar alimentos que contengan vitamina C y abrigarse bien cuando el clima lo requiera.
Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia