Más de dos millones 900 mil personas en el mundo viven con esclerosis múltiple, de las cuales alrededor de 18 mil se encuentran en México, calcula la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple. Esta afección no solo se caracteriza por ser crónica, sino también impredecible, ya que tanto su progresión como síntomas son diferentes en cada persona.
Se produce cuando el sistema inmunitario ataca el encéfalo y la médula espinal. Esto genera la aparición de distintas manifestaciones, tales como temblores involuntarios, dificultades en el habla, entumecimiento de las extremidades, falta de coordinación, alteración en el equilibrio y pérdida parcial o total de la visión.
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Aun cuando desde hace más de un siglo se realizan investigaciones sobre la enfermedad, todavía se desconoce la causa específica de la esclerosis múltiple. Hoy se sabe que su aparición responde a la interacción de diversos factores: el sexo de las personas (70% de quienes viven con esta afección son mujeres entre 20 y 40 años, de acuerdo con la Fundación GAEM de Barcelona), su genética, estilos de vida, condiciones ambientales y ubicación geográfica (afecta más a los europeos).
Uno de los desafíos más grandes que enfrenta este problema es el diagnóstico. En más de la mitad de los casos, suelen trascurrir seis meses o más entre la aparición de los primeros síntomas y la detección del mismo. Por lo general se diagnostica por exclusión, ya que no existen pruebas definitivas. Una vez que se reconoce la enfermedad, suelen venir a la mente preguntas relacionadas con el escenario a futuro.
¿Cuál es la esperanza de vida?
Si bien no existe una cura, hoy en día no se considera una enfermedad fatal. En un estudio publicado por la Academia Estadounidense de Neurología se encontró que las personas con esclerosis múltiple vivían, en promedio, 75.9 años; mientras que quienes no tenían la enfermedad llegaban a la edad de 83.4 años. El diagnóstico temprano y tratamiento oportuno pueden evitar el desarrollo de una discapacidad progresiva, así como daños irreversibles en el sistema nervioso.
¿Cómo será la vida a largo plazo?
"Al momento del diagnóstico, muchos pacientes son jóvenes que acaban de graduarse, están a punto de casarse o de tener hijos. Si bien no se puede ignorar la enfermedad, a menudo puede controlarse, de manera que apenas recuerden que la tienen", señala Abdul Alchaki, neurólogo en el Hospital Houston Methodist. Las terapias modificadoras ayudan a evitar su progresión, mientras que el uso de esteroides se emplea para tratar las recaídas. La rehabilitación es efectiva para reducir la rigidez muscular y los espasmos.
¿Qué se puede hacer para vivir bien?
La atención especializada es clave para llevar una vida adecuada y activa. A la par del tratamiento médico, los pacientes deben adoptar un estilo de vida saludable, en el cual se contempla ejercicio moderado y regular, que ayuda a mejorar la movilidad y fuerza; la práctica de buenos hábitos de sueño, pues la enfermedad puede causar alteraciones del sueño o espasmos en las piernas; y seguir una alimentación equilibrada, que incluya frutas, verduras, granos y cereales integrales, según especialistas de Mayo Clinic.
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¿Sabías que...?
· En 1421 se produjo el primer caso de la enfermedad. Un holandés de 15 años, llamado Saint Lidwina, comenzó a sentirse débil, cayó y se rompió una costilla mientras patinaba sobre hielo. Poco a poco, sus dos piernas quedaron paralizadas (Fuente: Roche España).
· Se le conoce como "la enfermedad de las mil caras" debido a que es de curso variable e impredecible. Quienes la padecen viven con la incertidumbre de no saber qué va a suceder mañana, además de que sus síntomas varían entre una persona y otra, y en muchos casos son invisibles (Fuente: Fundación GAEM).
· "Los tratamientos actuales para la esclerosis múltiple pueden prevenir una nueva lesión en el 99% de los pacientes que viven con la enfermedad", Abdul Alchaki, neurólogo en el Hospital Houston Methodist.