La deforestación y el cambio climático están alterando la capacidad de la selva amazónica de absorber dióxido carbono, de acuerdo con un nuevo estudio.
Significativas áreas de la selva tropical más grande del planeta han comenzado a emitir más CO2 del que absorben.
El área sureste es la más afectada, dicen los científicos, con tasas más altas de pérdida de árboles y un incremento en el número de incendios.
Las temperaturas allí han aumentado tres veces el promedio mundial durante los meses más calurosos.
Las áreas del planeta que absorben más carbono de la atmósfera del que emiten (por ejemplo, en forma de gases de efecto invernadero, como el CO2) se conocen como sumideros.
Lee tabién: Por deforestación, la Amazonia perdió 2.3 millones de hectáreas durante 2020
El papel desempeñado por las tierras y bosques del planeta para absorber el carbono ha sido un factor fundamental para prevenir la aceleración del cambio climático.
Desde la década de los 60, estos sumideros han absorbido alrededor de un 25% de las emisiones de carbono generadas por el uso de combustibles fósiles.
El papel del Amazonas
El Amazonas ha desempeñado un rol clave en absorber y almacenar gran parte de este carbono. Pero los crecientes impactos del cambio climático y la deforestación están pasando factura a esta crucial esponja de CO2.
A principios de este año, un estudio demostró que la selva en Brasil emitió cerca de un 20% más CO2 a la atmósfera que de lo absorbido en el período entre 2010-2019.
Esta nueva intestigación hace hincapié en ese cambio y encuentra que algunas regiones de la selva fueron "una fuente en constante aumento"de carbono entre 2010 y 2018.
Una fuente de carbono es un área de la Tierra que libera más carbono del que almacena.
Los investigadores usaron aviones para tomar 600 muestras de aire por encima de ciertas áreas de la selva durante los años del estudio.
También encontraron una clara división entre las partes este y oeste de la selva.
Lee también: Cinvestav apuesta por el uso de hongos para beneficiar a la reforestación
"En el lado este del Amazonas, el cual está deforestado en un 30%, se emite hasta diez veces más carbono que en el oeste, el cual está alrededor de un 11% deforestado", dijo Luciana Gatti, del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil y autora principal del estudio.
"Esto representa un impacto inmenso. Lo sabes directamente porque estamos emitiendo más CO2 a la atmósfera, lo cual está acelerando el cambio climático; pero además porque está provocando cambios en las condiciones de las estaciones secas y estrés en los árboles que producirán aún más emisiones".
"Esta es una reacción terrible que incrementa las emisiones mucho más de lo que sabíamos".
Los investigadores dicen que el sureste del Amazonas ha sido golpeado severamente por la deforestación y el cambio climático.
En esta área, las temperaturas han aumentado 3.07º C en los dos meses más calurosos del año. Esto es aproximadamente el mismo incremento visto en el Ártico y cerca de tres veces el promedio global.
"Es increíble", dijo Gatti. "Es una completa sorpresa para la zona ecuatorial del globo"
Los investigadores están preocupados de que el cambio climático esté además interfiriendo en las lluvias, lo que, según ellos, tiene consecuencias inmediatas en Brasil.
"Esta es una muy mala noticia para todos pero especialmente para Brasil", aseguró Gatti.
"Tenemos muchos problemas por la falta de precipitaciones, como el encarecimiento de la electricidad procedente de la energía hidroeléctrica. También hay grandes pérdidas en la agricultura".
"Necesitamos vincular esto con la deforestación en el Amazonas y cambiar el comportamiento".
Lee también: La Puerta del Infierno, el cráter que no deja de crecer por la deforestación
Otros científicos que trabajan en este campo señalaron que los últimos hallazgos son consistentes con los cambios que ya han demostrado una serie de estudios.
"La deforestación y degradación incrementan, mientras que el sumidero de carbono de los bosques intactos es estable o aumenta ligeramente", declaró Jean Pierre Wigneron, doctor del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia.
"Así que encontrar un saldo negativo de carbono no es tan sorprendente", reconoció.
Nancy Harris, del Instituto de Recursos Mundiales, coautora de estudios previos en el mismo campo, añadió que "al final del día, debatir si la región ya es una fuente de carbono, o si se tambalea precariamente al borde de convertirse en una fuente de CO2, no es el caso".
"La ciencia está clara en que el Amazonas está en problemas. Las altas emisiones por deforestación han plagado la región por décadas. Y los impactos del cambio climático, como la sequía, el fuego y la extinción inducida por el calor serán cada vez más comunes en la próxima década".
(Con información de Nature).
mlc