La falla de San Andrés es la más potencialmente peligrosa de todas las fallas continentales, pues se extiende a lo largo de más de mil kilómetros, abarcando el territorio de California, en EU, y Baja California, en México. Cada que se suscita un sismo en esta zona, los sismólogos de todo el mundo se preguntan si se tratará del “Big One”, un fenómeno que ocurre cada 150 años, pero desde hace 300 años no ha sucedido de nuevo, por lo que los expertos prevén que podría ocurrir en cualquier momento, ¿de qué se trata?
De acuerdo con la “BBC” el denominado “Big One” hace referencia a un sismo de gran magnitud que, eventualmente, tendrá que producirse. Este hecho preocupa a las y los expertos en sismología, ya que consideran que cuando ocurra, producirá efectos catastróficos. También han expresado que –según sus cálculos- este ya debió de haber sucedido.
¿Por qué son llamadas “fallas”?
Las fallas son una serie de regiones donde las placas tectónicas – que pertenecen a la corteza terrestre más cercana a la superficie- se reúnen y sufren fracturas, generando que el desplazamiento de los bloques de piedra de la litósfera –ubicados debajo nuestro- se modifique. Cuando una falla se crea se debe a que la resistencia de los materiales que la conforman es vencida, producto de la fuerza ejercida por los movimientos telúricos.
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En realidad, las fallas continentales son muy comunes y siempre se producen al borde de cada placa tectónica. Luego de generarse una falla, la lubricación que antes existía entre una capa y otra se pierde, dejando sólo un cúmulo de rocas ásperas encima unas de otras, lo que causará que –cada cierto tiempo- después de acumular un buen grado de energía, sea liberada a través de ondas sísmicas que podemos percibir desde la superficie.
Y si bien, hay tipos de fallas activas y otras de clase inactiva; las activas –además- se clasifican en dos; sísmicas y no sísmicas. La falla de San Andrés, por encima de la falla de Ramón, de Altyn Tagh y la de Motagua, es la más grande de las fallas activas sísmicas y, por ende, la más potencialmente peligrosa.
Los expertos que han estudiado a esta falla, aseguran que después de que se rompiera más de la mitad de sus cimientos, provocó el sismo de 1906 en San Francisco, con una magnitud de 7,8 grados.
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Este episodio destruyó gran parte de la ciudad estadounidense y provocó la muerte de más de 30 mil vidas. De acuerdo con las y los sismólogos, un sismo de gran magnitud tendría lugar cada cierto tiempo, en una periodicidad de 105 años –entre uno y otro sismo-, por eso se encuentran preocupados, sobre todo con lo que respecta a la parte sur, ya que desde hace más de 300 años, en 1700, no ocurre un movimiento importante en la zona.
A este respecto, un grupo de especialistas declaró durante la Conferencia Nacional de Terremotos, realizada en 2016, la sección sur de la falla de San Andrés está "cargada y lista" para provocar un gran temblor. Por la inminencia del fenómeno, la sismología se ha encargado de crear modelos matemáticos para dimensionar la magnitud que este sismo podría alcanzar. Según estos cálculos, la sismicidad de este evento sería de 7,8 grados tentativamente.
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melc