La faringitis es una de las afecciones más comunes tanto en niños como en adultos y genera un número significativo de visitas médicas al año en todo el mundo, señala el , otorrinolaringólogo del Centro Médico ABC.

La faringitis es una afección que se caracteriza por la inflamación de la faringe, que es un conducto muscular recubierto de membranas mucosas que se encuentran en la parte posterior de la boca y la nariz. Este órgano es crucial en el sistema respiratorio y digestivo debido a que actúa como un pasaje común para el aire hacia los pulmones y para los alimentos hacia el estómago. Además, desempeña un papel importante en la fonación y contiene estructuras como las amígdalas que forman parte del sistema inmunológico.

¿Faringitis o faringoamigdalitis?

Se llama a la inflamación de la faringe, una de las causas más comunes de dolor de garganta y que puede ser desencadenada por infecciones virales, bacterianas o en menor frecuencia, por hongos.

Existen dos tipos de faringitis:

Faringitis aguda: es de inicio súbito y duración breve, generalmente entre siete a 10 días.

Faringitis crónica: se considera crónica cuando persiste por más de tres meses o también cuando se presenta una faringitis aguda, pero de manera recurrente a lo largo de un año, es decir, entre tres y cuatro veces.

En caso de que la inflamación que aqueja a la faringe, de manera simultánea llegue a afectar a las amígdalas, se denomina faringoamigdalitis, esto también puede ser provocado por infecciones virales o bacterianas.

La faringitis viral suele estar relacionada a virus respiratorios como el adenovirus o el virus sincitial respiratorio; la faringitis bacteriana que, principalmente, se origina por el estreptococo beta-hemolítico y, en menor medida, por la Haemophilus influenzae; la faringitis micótica tiene su origen por hongos, especialmente los hongos de tipo cándida que nos provoca la candidiasis.

Por otra parte, factores ambientales como los cambios de temperatura, la contaminación, el tabaquismo o hasta el reflujo gastroesofágico pueden predisponer o exacerbar esta condición.

Foto: Cortesía
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Síntomas de la faringitis

Sin importar si la faringitis es aguda o crónica, ambas condiciones cuentan con una amplia gama de síntomas clínicos, los cuales pueden variar en intensidad tanto por la causa subyacente, como por las condiciones individuales de cada paciente. El Dr. Fernández comenta que los principales síntomas son:

: es el síntoma más común y característico de la faringitis, puede ir desde una molestia leve hasta una sensación intensa de ardor o punzante. Además, puede irradiarse hacia los oídos debido a la conexión nerviosa que hay entre la garganta y los oídos. El dolor suele ser más severo en los casos de faringitis bacteriana.

Odinofagia: la dificultad para tragar es común en muchos pacientes y se presenta tanto para alimentos sólidos como líquidos; se puede asociar al grado de inflamación de la mucosa faríngea, las amígdalas o las estructuras adyacentes.

Fiebre: es un síntoma frecuente, especialmente en la faringitis bacteriana donde puede llegar a superar los 38.5 °C y estar acompañada por escalofríos o malestar general; aunque también puede presentarse en las infecciones virales, pero suele ser por debajo de los 38 °C.

Inflamación: durante la faringitis es común que se desarrolle inflamación y enrojecimiento de las paredes laterales o la parte posterior de la faringe. Si la infección tiene su origen bacteriano, pueden aparecer puntos blancos o placas purulentas en las amígdalas.

Tos: la presencia de tos no siempre acompaña a la faringitis, pero es más común en la faringitis viral donde los síntomas respiratorios superiores suelen coexistir. La tos puede ser tanto seca como productiva.

Rinorrea: el goteo nasal o congestión nasal son síntomas típicos en los cuadros virales; la congestión nasal puede provocar respiración bucal, lo que a su vez agrava la sequedad e irritación de la faringe.

Disfonía: la inflamación de la faringe se puede extender a las cuerdas vocales, lo que causa ronquera o cambios en el tono de voz.

Sensación de cuerpo extraño: muchos pacientes con faringitis crónica perciben una sensación molesta de tener algo “atorado” en la garganta, aunque no haya realmente una obstrucción. Esta sensación se puede relacionar con la irritación persistente de las estructuras faríngeas, como en casos de exposición a alérgenos o reflujo.

Más allá de estos síntomas, existen otros como , malestar general, dolor corporal, tos seca persistente, mal aliento y dolor de oído y, en casos más complicados, puede llegar a desarrollarse trismus que es una dificultad severa para abrir la boca, desplazamiento de la úvula por una colección de pus o dificultad respiratoria por obstrucción de las vías aéreas superiores.

El tratamiento adecuado de la faringitis

El Dr. Fernández indica que, para llevar un adecuado tratamiento de la faringitis, es crucial identificar la causa subyacente y, con ello, seguir el tratamiento adecuado.

En la faringitis viral su manejo es sintomático mediante el apoyo de analgésicos, antitérmicos y reposo, también con una hidratación adecuada y medidas generales para aliviar el malestar.

Mientras que la faringitis bacteriana requerirá el uso de antibióticos como primera línea de tratamiento, especialmente en los casos de estreptococo beta-hemolítico. El tipo de antibiótico dependerá del tipo de bacteria que ha ocasionado la infección y de otras características particulares de cada paciente.

La faringitis por hongos deberá ser tratada también en función a su causa subyacente, aunque generalmente está involucrada la infección por Candida albicans, que es un hongo oportunista y que suele presentarse en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Para su atención se suele requerir de la administración de antifúngicos, así como eliminar los factores predisponentes que se logra con una mejor higiene oral y fortalecer el sistema inmunológico.

Al hablar de faringitis crónica, es importante identificar y manejar los factores subyacentes como las alergias respiratorias, el reflujo gastroesofágico o la exposición a irritantes ambientales.

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Importancia del diagnóstico temprano

El Dr. Fernández enfatiza que, aunque la faringitis es una de las enfermedades más comunes que nos afectan a todos, también es una de las enfermedades en las que se abusa más de la automedicación, lo que puede derivar en complicaciones o resistencia antimicrobiana.

Es esencial que los pacientes consulten a un médico para un diagnóstico adecuado, evitando el uso innecesario de antibióticos u otros tratamientos no indicados.

La faringitis es una condición común pero multifactorial, cuya correcta identificación y manejo son clave para evitar complicaciones y garantizar una recuperación óptima.

Acércate al para identificar la causa tanto de la faringitis como de la faringoamigdalitis y recibir así el tratamiento adecuado sin importar si es una condición aguda o crónica.

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