Jane Goodall se ganó la reputación de ser “la mejor amiga” de los chimpancés. Nacida en Londres, en 1934, Goodall compartió que fue su madre quien alentó su curiosidad, camino que la llevó a Kenia, África, en 1958.
Conducida siempre por la curiosidad contactó a Louis Leakey paleontólogo y arqueólogo con la intención solamente de conversar sobre animales, pero que se convirtió en una invitación para estudiar a los chimpancés.
Ahí fue cuando Goodall se lanzó a Tanzania, específicamente al Parque Nacional Gombe, y comenzó su histórica investigación en el campo de la primatología, uno donde hasta entonces sólo era trabajado por hombres y al que se aventuró sin estudios universitarios.
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Fue hasta 1962 que Goodall ingresó a la Universidad de Cambridge, donde se le permitió hacer su doctorado sin haber cursado los años previos de la carrera. En 1964 estudió ciencias naturales, para después doctorarse en filosofía, con la especialidad de etología. Su tesis fue sobre el comportamiento de los chimpancés, que documentó estando en Gombe.
Esta investigación en Tanzania marcó un antes y después en la ciencia, pues la etóloga dejó ver al mundo que los chimpancés (y animales en general) “tienen sentimientos, emociones e inteligencia”, hecho que consideraba su mayor legado.
Goodall escribió más de 20 libros –entre los que se encuentran “Chimps”, “55 años en Gombe” y “El libro de la esperanza”, el más reciente publicado en 2021– y fue reconocida con la Orden del Imperio británico y el Premio Tyler por logros medioambientales, por mencionar un par de ejemplos. Su fama la llevó a ganarse un lugar en el imaginario popular, donde fue representada en un capítulo de Los Simpson, hasta en una Barbie.
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En los últimos días de su vida se dedicó a su programa Roots & Shoots, que impulsaba la educación por la protección al medio ambiente entre niños y jóvenes. También cumplía con el rol de Mensajera de la Paz, que le asignó la ONU, para promover iniciativas y propiciar conexiones entre la ciencia y acción comunitaria para proteger al medio ambiente.
Este cargo la mantenía viajando “300 días al año”, como ella aseguraba, por todo el mundo para impartir conferencias. La última la ofreció en la Ciudad de México, el pasado 26 de septiembre, en la Universidad de la Libertad.
melc