La hiperactividad es un término que en ocasiones se utiliza de manera imprecisa y que se llega a asociar tanto a comportamientos positivos como negativos, indica el Dr. Eduardo San Esteban, neurólogo clínico del Centro Neurológico en el Centro Médico ABC.
El término hiperactividad solamente hace referencia a tener más actividad motora de lo habitual, a moverse o hablar demasiado. Sin embargo, cuando esta situación se vuelve excesiva e interfiere con el funcionamiento diario de la persona, así como en su calidad de vida, se convierte en un tema de interés médico y psicológico.
Una de las manifestaciones clínicas de esta condición es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, también conocido como TDAH; aunque no es la única causa, sí es la más conocida y frecuente. También la hiperactividad que afecta la vida de la persona puede tener su origen debido a lesiones o enfermedades cerebrales.
¿Qué significa tener TDAH?
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, habitualmente hereditario, que se suele diagnosticar en la infancia, y erróneamente se piensa que es exclusivo de esta etapa de la vida, pero la realidad es que es una condición persistente a lo largo de la vida, tanto en la adolescencia como en la adultez.
La hiperactividad es uno de los componentes del TDAH, aunque en algunos casos una persona con hiperactividad puede presentarla de manera positiva como aquellas personas que mantienen una agenda apretada y logran cumplir todos sus compromisos; el problema surge cuando la hiperactividad conduce a una interrupción constante de las actividades, impedimento para finalizar tareas y que llega a afectar la calidad de vida de la persona, explica el Dr. San Esteban.
Lee también: Consejos para mejorar tu salud
Algo que es importante aclarar es que el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad puede no tener este último componente, esto significa que no toda persona con TDA tiene hiperactividad.
En el contexto del TDAH, la hiperactividad se presenta en forma de movimiento continuo. Aquí los individuos pueden iniciar múltiples actividades de manera simultánea o secuencial, sin llegar a completarlas, lo que resulta en una sensación de dispersión o inacabado; por ejemplo, un niño que salta de actividad en actividad sin llegar a concentrarse en una sola, o un adulto que cambia de proyectos a medio camino y de manera constante.
Estas manifestaciones no solamente afectan el rendimiento laboral o académico, también afectan sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional.

El término “trastorno” no hace referencia a una enfermedad en el sentido tradicional, sino a un conjunto de rasgos que reflejan un modo particular de funcionar.
Una condición que suele acompañar a la hiperactividad es la impulsividad, la cual implica una dificultad para detenerse y evaluar las consecuencias de sus acciones. La hiperactividad y la impulsividad en conjunto crean un cuadro que puede ser muy perjudicial para la organización de la vida diaria.
Esta disfunción en el control de los impulsos, así como en la atención, son el resultado de alteraciones en la regulación de los neurotransmisores en el cerebro.
Un diagnóstico temprano es primordial para la salud de las personas
Diferenciar entre un comportamiento inquieto típico de la infancia y un trastorno que afecta el desarrollo personal y social de una persona es fundamental, y para esto se requiere de llegar al diagnóstico de TDAH.
El Dr. San Esteban señala que el diagnóstico se basa en la evaluación clínica, la cual consta de entrevistas detalladas con el paciente y sus familiares, así como la aplicación de algunas pruebas neuropsicológicas. En conjunto se evalúa de manera integral la historia clínica del paciente, su historia y el contexto familiar, educativo o laboral, así como la observación directa, por parte del especialista, del comportamiento del paciente.
Una vez se ha llegado a un diagnóstico, el tratamiento se orienta a mitigar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La terapia para el TDAH es integral y, en función a la gravedad de los síntomas, puede incluir intervención farmacológica, terapéutica y educativa.
La intervención terapéutica abarca diversas técnicas conductuales y psicológicas; existe la terapia cognitivo-conductual que es útil para enseñar a los pacientes a organizar sus actividades y manejar la impulsividad.
También se trabaja en el fortalecimiento de las habilidades sociales, lo que permite que el individuo desarrolle estrategias para mejorar su integración en entornos laborales, académicos y familiares.
Lee también: Errores comunes al teñir las canas que ponen en riesgo la salud
Mientras que el tratamiento farmacológico puede ser el pilar de los casos moderados a severos, estos medicamentos se enfocan en regular la actividad de los neurotransmisores, los cuales se involucran en la atención y el control de los impulsos.
También es crucial el papel de la familia y el entorno educativo, ya que en muchos casos la intervención no se limita al paciente, sino que también implica el acompañamiento de padres y maestros, en el caso de los pequeños.
Manejo de la hiperactividad a lo largo de tu vida
Cuando la hiperactividad ha llegado a niveles que afectan tu calidad de vida, es necesario aprender a lidiar con esta situación.

Muchos niños que han sido diagnosticados en edad temprana, presentan mejoras a lo largo del tiempo, especialmente al recibir tratamiento integral y oportuno; pero también es posible que persistan los síntomas en la adultez y afecten el rendimiento laboral, la estabilidad emocional y las relaciones interpersonales.
Aunque el trastorno puede superarse en muchos casos, es fundamental prestar atención a las señales tempranas para evitar complicaciones mayores en el futuro.
Este trastorno permanecerá toda la vida con la persona, pero el nivel de intensidad de esta condición variará en su severidad en función a múltiples situaciones como lo que está experimentando la persona en cierto momento de su vida, la presencia o no de medicamentos, entre otros.
La persistencia del TDAH en la edad adulta puede dar lugar a problemas de organización, dificultad para mantener relaciones estables o problemas en el ámbito laboral. Con frecuencia, un adulto con TDAH puede enfrentar retos como la procrastinación, la falta de planificación y la tendencia a cambiar de actividad sin concluir lo iniciado. Lo que puede resultar en frustración y, en algunos casos, contribuir al desarrollo de trastornos secundarios como ansiedad, depresión o hasta el uso de drogas.
Pero muchos pacientes, con una intervención adecuada, desarrollan estrategias compensatorias que les permiten gestionar sus síntomas y alcanzar sus objetivos personales y profesionales. Debido a que los tratamientos no solamente se enfocan en mitigar la hiperactividad y la impulsividad, también en potenciar las fortalezas del individuo.
Al aprender técnicas de organización y autocontrol, las personas con TDAH pueden canalizar su energía de manera productiva y aprovechar su creatividad y capacidad de respuesta rápida, lo que puede ser muy valioso.
El tratamiento del TDAH no es un camino lineal, y las diversas estrategias pueden requerir ajustes a lo largo del tiempo, debido a que las demandas de la vida cambian y también pueden variar los síntomas con la edad.
Para concluir, el Dr. San Estaba señala que no debemos de olvidar que este tipo de trastornos es una condición que se presenta con mucha frecuencia y no es una condición específica de la infancia, sino es una condición que está a lo largo de la vida.
Pero también es una condición que puede ser superada, por un conjunto de tratamientos, lo que puede manejar de manera significativa; tratamientos que únicamente se requiere en momentos puntuales y no se realizan continuamente.
El Centro Médico ABC cuenta con el Centro de Neurológico para abordar esta condición en niños, adolescentes y adultos; acércate a esta área para recibir diagnóstico o el tratamiento adecuado.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.