Los efectos de la actual pandemia por el Covid-19 preocupan a toda la sociedad, pues no sólo se ha cobrado la vida de más de un millón de personas , sino que nos encontramos en una segunda ola de contagios, por lo que los científicos se cuestionan si nos enfrentamos a una de las crisis sanitarias más letales, como fue el caso de la viruela, la peste negra o el sarampión, entre otras.
En 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que alertaba a la población sobre el posible riesgo del surgimiento de una nueva pandemia .
El documento “Un mundo en peligro” indicaba que nos encontrábamos propensos a enfrentar una pandemia fulminante, capaz de terminar con la vida de entre 50 millones hasta 80 millones de personas.
Tres meses más tarde, las autoridades sanitarias informaron sobre la detección del SARS-CoV-2 , enfermedad infecciosa de alta letalidad, de la que se han registrado un millón 330 mil 930 muertes alrededor del mundo en cerca de un año.
Foto: AP/Luca Bruno, archivo
El informe del organismo expresaba que “el pasado es prólogo del futuro” y que pese a que anteriormente nos hemos enfrentado a epidemias mortíferas , el mundo no estaba preparado para hacer frente a una emergencia sanitaria de gran dimensión.
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En el pasado, sugiere el escrito, los esfuerzos para combatir diferentes epidemias aumentan sólo en caso de presentar una amenaza grave. Al poco tiempo, cuando el riesgo disminuye las medidas son revocadas inmediatamente.
Tan sólo en el tiempo que comprendió de 2011 a 2018, la OMS contabilizó mil 438 eventos pandémicos en 172 países , y entre ellas se destacan la aparición de los síndromes respiratorios Agudo Severo ( SARS ) y de Medio Oriente ( MERS ).
Imagen de microscopio electrónico de partículas del coronavirus del MERS. Foto: AP /NIAID - RML
Enfermedades como la viruela, el sarampión, la influenza H1N1 , la peste negra y el VIH son unas de las afecciones que produjeron las pandemias más grandes en el mundo y que en la actualidad, son un precedente para entender la forma en que se desarrollan estos fenómenos de rápida propagación.
De acuerdo a los científicos Márius Belles y Daniel Arbós “los grandes asesinos la historia son las bacterias y los virus”, que surgen ante el contacto constante que mantenemos con el hábitat en que se desarrollan y con animales que sirven como huéspedes de los mismos.
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La viruela fue una enfermedad infecciosa, considerada la más letal, que mató a más de 300 millones de personas y produjo ceguera en sus sobrevivientes.
El virus variola, que producía erupciones y llagas en la piel de quienes la padecían, fue erradicado en 1980, después de que se presentara el último caso positivo en 1977. Sin embargo, fue una de las dolencias que persistió a lo largo de los siglos, ya que se detectaron restos del patógeno en momias del siglo III a.C .
El sarampión se ha cobrado la vida de 200 millones de personas y afecta, principalmente a la población infantil, al formar parte de la familia de los “paramixovirus” , un grupo de patógenos que desatan las infecciones respiratorias de lactantes y preescolares.
En 1963 se introdujo una vacuna para prevenir la transmisión de esta enfermedad, que afecta exclusivamente a los humanos, lo que produjo una visible disminución en el número de casos. Previamente, se registraban brotes epidémicos cada 2 a 3 años, en los que se registraron defunciones de hasta 2 millones de niños al año.
La gripe española, subtipo H1N1, atacó a la población en 1918 y fue considerada “una de las crisis más graves de salud pública de la historia”, según la OMS. La letalidad del H1N1 estribó en que tan sólo en dos años acabó con el 3% al 6% de la población al producir entre 50 a 100 millones de defunciones.
En el caso de la peste negra, originada por la bacteria “yersinia pestis”, fue propagada a través de pulgas y piojos de roedores que entraron en contacto con la población Europea de mediados del siglo XIV, que se redujo de 80 millones a tan sólo 30 millones de habitantes, lo que significó la pérdida de más de la mitad de sus integrantes.
El origen del virus de la inmunodeficiencia humana (VHI) data de 1920; sin embargo su propagación masiva fue registrada hasta la década de 1960. De acuerdo a estimaciones de la OMS, hasta el 2016, se cuantificaron casi 78 millones de personas que la padecen y 39 millones han muertos por la misma.
Se cree que esta enfermedad fue desatada a causa de la zoonosis, es decir una enfermedad animal capaz de ser transmitida a los humanos, ya que después de ser estudiada se ubicaron semejanzas con el virus de la inmunodeficiencia del simio (VIS).
nrv