“El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo…”, escribía Borges.
El Aleph es un cuento, un libro de cuentos y un ícono de la literatura latinoamericana y una de las obras más representativas del escritor argentino Jorge Luis Borges, logra conceptualizar la naturaleza de la realidad en una metáfora sobre el Universo infinito y el conocimiento que converge más allá de los límites del tiempo y el espacio.
Precisamente este concepto fue elegido para nombrar al festival de arte y ciencia de la UNAM que llega a su novena edición con una reflexión sobre las redes, planteadas no sólo como sistemas informáticos, sino como un semillero de conexiones en distintas dimensiones. Expertos en física, literatura, biología, astronomía, inteligencia artificial, música, danza, filosofía y literatura, entre otras disciplinas, se unen al debate con temas tan múltiples como la física cuántica, el cambio climático y las distopías futuristas.
Tejiendo redes
Del 8 al 18 de mayo, explica su curador, José Gordon, la temática central son las redes, no sólo de conexiones digitales en la era de la IA, sino de conceptos que vinculan a los seres humanos desde el microcosmos de una célula hasta el Big Bang.
El festival, presentado en diversos lugares de Ciudad Universitaria, integra más de 80 actividades con 170 invitados procedentes de once países. Entre las actividades más importantes se encuentra la participación de la coreógrafa e investigadora del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados de Austria (IIASA), Gloria Benedikt, quien presentará una conferencia-performance sobre una distopía futurista llamada “El camino no tomado (hasta ahora)”. El acto está enmarcado en las reflexiones generadas por el libro El Futuro que elegimos, escrito por Christiana Figueres y Tom Rivett-Carnac, sobre las preocupaciones ambientales de un mundo donde las alarmas al respecto son cada vez más evidentes.
El detonante de la charla será el cuestionamiento ficticio de un grupo de estudiantes que en 2050 pregunta qué pasó con los proyectos de sustentabilidad y paz que había en el pasado. La idea es desatar la reflexión sobre cómo encontrar nuevas formas de comunicación que formen redes de entendimiento sobre los sueños verdes y las problemáticas actuales.
También Emma Sanders, coordinadora de exposiciones del espacio educativo (Science Gateway) del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) dará una charla magistral sobre las partículas y la esencia de la humanidad, llamada: “Cómo tus partículas llegaron a ser tú”.
En este espacio de investigación científica, como en el que trabaja Sanders en Suiza, no sólo se investigan las leyes fundamentales del Universo a través de magnos aceleradores y detectores de partículas, sino también se busca como prioridad la educación y divulgación.
Destaca también Hassun El-Zafar, director ejecutivo de la Fundación de Ciencia de Edimburgo, y Andrew Perchuk, subdirector del Instituto de Investigación Getty. El filósofo español José Marín Lasalle, autor de Civilización Artificial, y Juan Villoro, quien recientemente publicó No soy un robot, hablarán sobre nuevas formas de entender la Inteligencia Artificial (IA).
De astrobiología, literatura y otras cosas
El Instituto de Investigaciones Nucleares de la UNAM tendrá varios eventos, como un conversatorio sobre las posibilidades de habitar Marte y los costos y beneficios éticos, filosóficos y tecnológicos que podría representar para la humanidad. La astrobióloga y divulgadora Antígona Segura dice que “más allá de la fantasía que implica habitar otro planeta, hay toda una visión del por qué ir a otro lado cuando hay tantas necesidades no resueltas en la Tierra”.
Justo Antígona Segura, será la encargada de impartir la charla “La astrobiología en la encrucijada de las ciencias”, sobre los alcances de esta disciplina que estudia la posibilidad de la vida fuera de la Tierra y donde se retoman muchos conceptos de ingeniería, sociología, filosofía y astronomía para tratar de entender cómo podrían evolucionar otros mundos habitables. Del espacio exterior al más profundo interior, pues también del Instituto de Ciencias Nucleares, participará la doctora Ana Leonor Rivera con la conferencia “Redes fisiológicas: cómo se conecta tu cuerpo”, donde se analiza la salud desde el punto de vista de un todo interconectado.
“Este festival es una forma de mostrar a la ciencia de un modo diferente. Brinda la oportunidad de demostrar sus alcances y logros que también requieren mucha imaginación, de la misma forma que sucede con el arte; pero tanto en las ciencias como en las artes hay reglas: metodología e instrumentos sin los cuales no sería posible darle forma a la imaginación”, señala Segura, quien también menciona la ponencia de Miguel Alcubierre sobre agujeros negros y ondas gravitacionales.
Las redes de apoyos entre individuos e instituciones con las que se retroalimenta el festival, Antígona Segura, también encargada de divulgación del Instituto de Ciencias Nucleares, señala que el arte se desarrolla de manera paralela a la ciencia brindándose beneficios mutuos. Precisamente en esta institución surgen proyectos como el Cúmulo de Tesla, un colectivo interdisciplinario de mujeres dedicado a crear y difundir ciencia, arte y literatura.
Algunas de sus integrantes participan en la conversación “Fuego Cósmico: ciencia ficción climática”, proyecto literario de una red multidisciplinaria apoyada por la Arizona State University. También se presentará otro proyecto literario que vincula la ciencia y el arte a través de aportaciones femeninas poco conocidas y plasmadas en el libro Mis pies tienen raíz, como el caso de las primeras impresoras en México.
Canadá tejerá redes a través de los hilos dancísticos. La compañía de danza canadiense Alan Lake Factori(e) presentará Orpheus, mientras que la Rubberband presentará la coreografía de danza urbana Ever So Slightly Redux. En la Casa del Lago, se exhibirá Dream House, de La Monte Young y Jung Hee Choi, pieza creada en la década de los 60 que explora la interacción entre los patrones de luz y la percepción espacio-temporal. Con diversas versiones, es presentada por primera vez en América Latina.
La música y el cine tendrán una presentación estelar con la exhibición de la cinta Redes (México, 1936) con la musicalización en vivo de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, interpretando a Silvestre Revueltas. Otra forma de percibir los alcances de la música será mediante la charla que impartirán Vani Rajendran, bioingeniera, y Hugo Merchant, investigador en neurociencias. Mediante la conferencia “Las neurociencias de la música: una visión entre el arte y la ciencia” explicarán cómo el sistema auditivo identifica patrones rítmicos en la música que explican el devenir evolutivo del sistema nervioso y neuronal.
Juan Ayala, director del festival, y Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM son figuras clave del festival que promete casi un centenar de eventos gratuitos. Para la también escritora, las redes conectan a los seres humanos, desde las partículas que los conforman hasta sus relaciones sociales y los ecosistemas con los que se retroalimentan, por lo que es un tema pertinente e incluyente con muchas áreas de la vida humana.
Beltrán ha comentado que es imposible no cuestionarse si la IA podría sustituir los procesos creativos, pero ese mismo cuestionamiento tiene que llevar al conocimiento y reflexión sobre sus alcances. Por otra parte, la escritora señala que se vive una fragmentación de saberes, por lo que es fundamental que justamente se proponga explorar el concepto de redes de manera transdisciplinaria, ya que el diálogo entre distintas áreas fomenta la creatividad.
Los coordinadores de El Aleph coinciden que alimentar la imaginación detona el pensamiento científico, así como el uso de nuevas tecnologías y herramientas en los procesos artísticos, sin perder la intuición y sensibilidad de que nos hace humanos. Toda esta materia creativa finalmente será la encargada de generar ideas y soluciones innovadoras.