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El descubrimiento del cuásar J0313-1806 , conformado por el agujero negro supermasivo más antiguo, cuestiona las teorías del origen del Universo, pues hasta la fecha los astrónomos pensaban que era imposible que existiera un hoyo de estas magnitudes, por lo que el astrónomo de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ), Luis Felipe de Jesús Rodríguez Jorge, aseguró que el próximo desafío será explicar el surgimiento de este objeto celestial .
El hallazgo de un grupo de astrónomos internacionales constó en la detección la de un cuásar con una antigüedad de 670 millones de años , formado después del Big Bang , la gran explosión del principio del universo. Este tipo de objetos se caracterizan por ser una fuente astronómica de energía electromagnética. Dentro de él, los especialistas descubrieron la presencia de un agujero negro supermasivo, identificado como “el más antiguo conocido hasta el momento” .
Los primeros conocimientos sobre los cuásares eran muy limitados, ya que su lejanía impedía la claridad sobre sus características. En cambio, sólo se sabía que al observarlos podía apreciarse el llamado “corrimiento al rojo” , un fenómeno relacionado con la expansión del universo. En la actualidad, los investigadores comprendieron que la fuente de energía de los cuásares son los agujeros negros supermasivos.
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Este descubrimiento fue expuesto durante la reunión de la Sociedad Astronómica Americana por Xiaohui Fan. El investigador de la Universidad de Arizona explicó que conocer los cuásares más distantes son cruciales para comprender cómo se formaron los primeros agujeros negros y para entender la reionización cósmica, época en la que se formaron las galaxias y también conocida como la última gran transición de fase de nuestro Universo.
Rodríguez Jorge, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, consideró que su detección “reta el conocimiento” de la comunidad astronómica: “Hay algo raro en todo esto. No se pensaba que tan temprano en el Universo hubiera hoyos tan masivos; sin embargo, sí se han ido descubriendo y la gente busca una explicación y solución a este problema”.
Foto: Event Horizon Telescope Collaboration/Maunakea Observatories via AP, archivo
De acuerdo con el investigador de la Máxima Casa de Estudios, pese a que nos encontramos en un momento relativamente joven del Universo, ya se han generado este tipo de agujeros negros de los que se pensaba se necesita mucho más tiempo para su formación.
Este descubrimiento desconcertó a los expertos
, ya que si bien los agujeros negros engullen toda la materia que se encuentra a su alrededor, tienen un límite . “Es como decir que hay un niño de un año que ya pesa cien kilos”, explicó el experto en el nacimiento y juventud de estrellas.
A este respecto, el catedrático de la UNAM consideró que “algo no estamos entendiendo, ya sea que la semilla del hoyo negro, el primer cuerpo que lo forma y empieza a ganar material es mucho más masivo de lo que se cree o pueden crecer mucho más rápido de lo que se cree”.
Rodríguez Jorge sostuvo que dicha inconsistencia metódica demuestra que hay algo mal en las teorías y modelos que conciben el desenlace del Big Bang , en el que se cree que el Universo se formó hace 13 mil 800 millones de años, tiempo en el que no había ninguna clase de estructura. Posteriormente, 200 o 300 millones de años después se formaron las primeras estrellas con una masa 50 a 100 veces mayor que la del Sol.
Para explicarlo, “hay básicamente dos teorías: una que en el Universo temprano se formaron cuerpos muy pesados, no sabemos cómo; o bien, que se forman cuerpos de cien masas solares que ganaron material de su alrededor de una manera desenfrenada y logran engordar hasta mil 600 masas solares, en un tiempo que para el Universo es corto”, detalló.
Además, expuso el miembro del Consejo Consultivo de Ciencias
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también se encontró que son el centro de galaxias muy antiguas con una cantidad de radiación electromagnética enorme, por lo que su brillo supera fácilmente a galaxias enteras. El cuásar J0313-1806 es mil veces más luminoso que la Vía Láctea, ya que está energizado por el agujero negro supermasivo más antiguo conocido, que pesa más de mil 600 millones de veces la masa del Sol.
“Es algo tremendamente masivo, por ejemplo. Si usamos como referencia el hoyo negro supermasivo en nuestra galaxia, que tiene cuatro millones de masas solares, vemos que es insignificante comparado con éste que es 400 veces más pesado que el de nuestra galaxia”, agregó el académico.
En este contexto, Rodríguez Jorge reconoció que un agujero negro tan masivo en la historia del Universo temprano desafía las teorías de la formación de éstos, pues ahora los astrónomos necesitan explicar cómo surgió este nuevo objeto en tan poco tiempo evolutivo, por lo que espera que las investigaciones en torno a este fenómeno continúen.
nrv