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Investigadores estadounidenses han descubierto fósiles de un animal similar a un mamífero adulto con 38 crías de hace 184 millones de años, un hallazgo que arroja luz sobre la evolución del sistema de reproducción de este tipo de animales, según un estudio que publica la revista Nature.
Científicos de la Universidad de Texas (EE.UU.) han detectado en Arizona los restos de un grupo de especímenes de Kayentatherium wellesi , perteneciente a un grupo de animales de características similares a los mamíferos conocido como tritilodóntidos .
Tomografía computarizada de los cráneos. Foto: University of Texas at Austin
Los mamíferos son animales cuyas crías se desarrollan en el vientre materno y se alimentan con leche tras el nacimiento, en lugar de reproducirse por un sistema ovíparo.
A medida que esa forma de reproducción se fue perfeccionando, los mamíferos fueron teniendo una descendencia cada vez menos numerosa y se produjeron cambios morfológicos en sus cráneos para poder acomodar cerebros mas voluminosos.
Estudiar ese proceso es, sin embargo, complicado para los científicos, dado que en raras ocasiones se han encontrado f ósiles relevantes de individuos jóvenes , y son todavía más extraños los restos de animales recién nacidos o fetos.
El grupo de la Universidad de Texas, dirigido por Eva Hoffman, ha identificado a un numeroso grupo de especímenes jóvenes de wellesi del periodo Jurásico temprano junto a un individuo adulto, presumiblemente su madre.
Investigadores de la Universidad de Texas en Austin encontraron un fósil de un pariente mamífero extinto con un grupo de 38 bebés que estaban cerca de las miniaturas de su madre. Foto: University of Texas at Austin
Esa prole contiene 38 individuos, más del doble de lo que sería esperable en un mamífero , y comparable con la descendencia de los reptiles.
La forma del cráneo de los ejemplares jóvenes es similar a la del adulto , aunque varía en tamaño, lo que sugiere que se desarrollaron de una forma análoga a los reptiles, sin sufrir el alargamiento del cráneo que se observa en los actuales mamíferos al madurar.
El tamaño inusual de la camada, así como la uniformidad craneal, apoyan la hipótesis de que la evolución hacia un cerebro fue el principal motor que impulsó el desarrollo del actual sistema de reproducción de los mamíferos, según los investigadores