¿Sabías que millones de personas en México y en el mundo tienen Enfermedad Hepática Metabólica y muchas ni siquiera lo saben? Esta condición, antes conocida como enfermedad por hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés), ahora se llama enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica, o MASLD, por sus siglas en inglés.
Este nuevo nombre no es solo un cambio de etiqueta: refleja de forma más precisa las causas reales de esta enfermedad, estrechamente ligada al sobrepeso u obesidad y a otros factores metabólicos, y subraya la urgencia de detectarla y tratarla a tiempo.
¿Qué es MASLD?
MASLD ocurre cuando se acumula grasa en el hígado sin que el consumo de alcohol sea la causa. Aunque es normal que el hígado contenga pequeñas cantidades de grasa, cuando esta supera entre el 5 y el 10 % de su peso total, puede comenzar a dañar sus funciones.
En etapas tempranas, la enfermedad suele no dar síntomas, por lo que muchas personas no saben que la tienen. Sin embargo, si no se detecta ni se trata a tiempo, puede progresar a una forma más grave llamada MASH (esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica), que implica inflamación y daño hepático. Esta etapa puede avanzar a fibrosis, cirrosis e incluso cáncer de hígado.
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Una epidemia en crecimiento
En México, se estima que entre el 15% y el 45% de la población vive con MASLD, principalmente hombres, aunque también afecta a muchas mujeres y niños. Se presenta en hasta el 75% de las personas con sobrepeso y en más del 90% de quienes tienen obesidad. Incluso en la infancia, ya es la enfermedad hepática más común.
Además, MASLD afecta a 2 de cada 3 personas con diabetes tipo 2 y se asocia con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad renal crónica y diversos tipos de cáncer. En casos avanzados, puede progresar a cirrosis, que ocurre en aproximadamente el 1.8% de los pacientes.
Tan grave es su impacto que, según datos del INEGI, el año pasado, las enfermedades del hígado ya fueron la cuarta causa de muerte en México. Sin embargo, la mayoría de las personas, y muchos profesionales de salud, aún no son plenamente conscientes de estos riesgos.
¿Qué causa esta enfermedad?
MASLD está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico, un conjunto de factores que incluyen sobrepeso, obesidad, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, presión arterial alta y diabetes tipo 2.
También puede desarrollarse por otras causas, como una pérdida de peso rápida y excesiva, una alimentación desequilibrada o el uso de ciertos medicamentos.
¿Cómo se detecta?
Muchas veces se diagnostica de forma incidental, por análisis de sangre que muestran enzimas hepáticas elevadas o por estudios de imagen como el ultrasonido. Si el médico sospecha MASLD, puede solicitar pruebas más específicas para evaluar el grado de fibrosis (cicatrización del hígado) y definir el riesgo.
¿Tiene tratamiento?
Aunque no hay un medicamento específico aprobado para tratar MASLD en general, recientemente la Asociación Americana de Diabetes (ADA) publicó una nueva guía en la que se aprueba el primer tratamiento farmacológico para los casos con fibrosis. Esta es una noticia relevante para quienes ya presentan MASH, es decir, un daño hepático más avanzado.
En el caso de personas con diabetes, aunque los medicamentos antidiabéticos no están formalmente indicados como tratamiento para MASLD, la guía sugiere priorizar aquellos que pueden ofrecer beneficios metabólicos adicionales.
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Además del tratamiento médico, existen medidas que pueden frenar o incluso revertir la enfermedad en sus etapas tempranas. Estos son algunos pasos clave:
- Cuida tu peso: si tienes peso extra, bajar entre un 7 % y 10 % del peso corporal de forma paulatina y con acompañamiento profesional puede reducir la grasa en el hígado y mejorar su función.
- Mejora tu alimentación: prioriza verduras, frutas frescas, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables.
- Haz ejercicio regularmente: busca una actividad física que disfrutes (por ejemplo caminar, bailar, nadar, andar en bici) y trata de hacer al menos 30 minutos al día. Puedes dividirlos en periodos más cortos si te resulta más fácil. Lo importante es moverse todos los días.
- Evita el alcohol: aunque no sea la causa de MASLD, puede agravar el daño hepático.
- Haz de los chequeos de salud una rutina: acudir con regularidad a valoraciones médicas es clave, sobre todo si tienes factores de riesgo como diabetes, colesterol elevado, presión alta o antecedentes de obesidad.
¿Se puede prevenir?
¡Sí! MASLD es una enfermedad prevenible. Mantener un peso saludable, comer balanceadamente, hacer actividad física diaria y evitar el consumo excesivo de alcohol son medidas efectivas para proteger tu hígado a largo plazo.
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Más conciencia, más prevención
El Día Mundial de la Enfermedad hepática Metabólica o Hígado Graso nos invita a mirar al hígado como un órgano esencial para nuestra salud metabólica y general.
Dar visibilidad a esta enfermedad, enfocarnos en sus causas y fomentar su detección temprana, son pasos clave para frenar su avance. Realizar estudios para evaluar la salud del hígado de forma regular, especialmente en personas con prediabetes, diabetes tipo 2, sobrepeso u obesidad, puede salvar vidas.
Tu hígado trabaja todos los días para ti. Cuídalo hoy para que te siga cuidando mañana.
Este es un artículo escrito por la Doctora María José Pardinas Llergo, Académica y Coordinadora de Asuntos Clínicos de la Escuela de Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Panamericana.