El doctor José Sarukhán Kermez expresó que los fundamentos darwinistas, en los que la teoría de la selección natural es aplicable, y coloquialmente conocida por la inscripción: “supervivencia del más apto”, no es equiparable a lo que ha ocurrido durante la pandemia por el Covid-19 . Sin embargo, a partir de un sentido metafórico, es de ayuda para reflexionar acerca del fenómeno al que nos enfrentamos.
Para diferenciar entre las especificidades del darwinismo social en el que, esencialmente, dentro de un grupo imperan una serie de rasgos por encima de otros, por lo que estos últimos tienden a desaparecer, el doctor explicó -en entrevista con EL UNIVERSAL - qué es la adaptación.
“En el mundo natural, las especies que están mejor adaptadas a las condiciones cambiantes en las que viven son quienes pueden sobrevivir mejor. Eso es adaptación”, señaló el ecólogo.
Si bien, dicha doctrina no es comparable a la emergencia sanitaria actual, el biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ) destacó que, anteriormente, fuimos parte de este desarrollo evolutivo. Esto ocurrió cuando el ser humano se distinguió de los otros primates como una especie específica. Al aislarnos de las otras divisiones animales se constituyó el " Homo sapiens ".
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El advenimiento del ser humano, sinónimo de la inscripción latina “Homo sapiens”, trajo consigo una ruptura y separación de la cercanía que tenía con las demás razas.
Lo importante de nuestra especie -pormenorizó el experto- es que se distinguió de las otras, en primera instancia, por cambios en su dieta alimentaria. La ingesta de comestibles cada vez más nutritivos tuvo un impacto metabólico, al desarrollar un cerebro tres veces más grande, en comparación del órgano cerebral de los primates.
“Ese cerebro nos permitió desarrollar una evolución cultural . Es decir, un conjunto de conocimientos y experiencias, heredadas de generación en generación, que reflejan nuestro entendimiento con respecto al entorno en el que existimos”.
De acuerdo a declaraciones previas, Sarukhán Kermez -recientemente laureado con la medalla José Vasconcelos por su invaluable contribución a la ciencia - el Homo sapiens es el único organismo vivo que desarrolló un crecimiento exponencial.
El doctor Sarukhán Kermez recibió la medalla José Vasconcelos, por parte del Seminario de Cultura Mexicana, el pasado martes 14 de septiembre. Foto: Cortesía
“Desde el inicio del Homo sapiens, hace 200 mil años, han vivido aproximadamente 108 mil millones de humanos, de los cuales han muerto alrededor de 100 mil millones. Quienes habitamos hoy el planeta representamos una pequeña cantidad de ese total, pero no sólo eso: en un lapso muy corto, de unos 200 años, nuestra especie ha tenido un impacto gigantesco en la Tierra”.
En enero del 2020, cuando el SARS-CoV-2 aún no era identificado en nuestro país, durante la conferencia “¿Qué le estamos haciendo a nuestro planeta? Pérdida de biodiversidad y calentamiento global”, el integrante del Instituto de Ecología (IE) -de la UNAM- expresó que este crecimiento se había apoderado del planeta , al monopolizar de forma brutal los ecosistemas .
“La cantidad de habitantes, lo que consumen, así como la energía y recursos que utilizan, han propiciado el cambio climático y efectos negativos en los sistemas ecológicos”, declaró.
En la actualidad, nos enfrentamos a una pandemia que no termina por ceder. En cambio, la evolución innata del coronavirus ha prolongado la incertidumbre en todas las regiones del mundo.
En este contexto, el especialista consideró que el raciocinio adoptado por el ser humano debe redirigirse de manera consciente para revertir las consecuencias de la crisis civilizadora.
“Esta capacidad -de acuerdo con el fundador del IE- debe jugar un papel mucho más importante del que ha estado jugando”.
Para el doctor, este es el mayor reto al que nos enfrentamos: “¿Cómo hacer que esa capacidad intelectual, producto de un cerebro mayor, se enfoque en cuidar el ambiente en donde vivimos?”, ya que de no mantenerlo, perderemos todo el desarrollo civilizatorio y cultural forjado durante los últimos 300 mil años (aproximadamente), que es el tiempo en que el humano se ha situado como especie distinta.
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“Ahora entendemos lo que tenemos. Ahora las pandemias y las plagas no son actos divinos, sobrenaturales y sin explicación, actos de castigo porque la humanidad no se comporta. Sabemos que son el resultado de patógenos que están en organismos que se desarrollan”, expuso José Sarukhán,
Aunado a esto, los ecosistemas se han modificado, profundamente, mediante las prácticas antropocéntricas. A su vez, estas alteraciones propiciaron que algunas especies faunaticas se convirtieran en los vehículos de enfermedades transmisibles de animal a humano ( zoonosis ).
Por todo ello, el experto espera que la intelectividad del ser humano se concentre en vindicar los efectos del cambio climático , y evitar las prácticas de consumo excesivo que han generado el incremento el dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera en niveles nunca antes registrados.
Finalmente, el biólogo expresó que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad ( Conabio ) -organismo del que es coordinador nacional-, en colaboración de la Universidad de Stanford , trabajan en un proyecto que visibilizará las diferencias y los contrastes que hay entre las selvas y los bosques alterados, con los hábitats conservados para comprender a los organismos animales que de ahí provienen, con el objetivo de entender cómo surgen las enfermedades zoonóticas .
melc