Después de que la senadora de Morena Ana Lilia Rivera presentó la iniciativa para crear la Ley de Humanidades, Ciencia y Tecnología sin el consenso de la comunidad científica, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se comprometió a convocar a foros para explorar propuestas en torno a nuevas políticas públicas de ciencia y tecnología.
“Próximamente se dará a conocer el calendario y las propuestas de foros en los que serán convocados el sistema de ciencia, tecnología e innovación (CTI), así como legisladores y miembros de la comunidad”, afirmó el Conacyt en un comunicado.
El Foro Consultivo Científico y Tecnológico colaborara junto a Conacyt en la programación de estos debate públicos para “reflexionar sobre posibles estrategias que impulsen el desarrollo de las humanidades, las ciencias y las tecnologías, así como los mecanismos para lograr una articulación eficiente entre los diferentes sectores involucrados en el avance del conocimiento y la atención a los problemas nacionales”.
El comunicado resalta que “estos foros servirán también para discutir la participación e inclusión transversal del sector CTI en el Plan Nacional de Desarrollo y posteriormente para definir las acciones futuras del sistema CTI en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
La iniciativa de la Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías impulsa la transformación del Conacyt para convertirlo en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología ( Conahcyt ), además de centralizar, bajo su mando, la toma de decisiones de las políticas científicas del país.
El documento que presentó Lilia Rivera —quien no pertenece a la Comisión de Ciencia y Tecnología ni tiene experiencia en estas áreas— establece la desaparición de los s iete órganos colegiados que inciden en la política científica del país: Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados , la Red Nacional de Grupos y Centros de Investigación, la Conferencia Nacional de Ciencia, el Consejo General de Investigación Científica, el Consejo Consultivo de Ciencias, la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia y el Foro Consultivo Científico Tecnológico (FCCyT).
Sin estos órganos, el Conahcyt quedaría como el único interlocutor y tendría control total en la toma de decisiones del sistema de Ciencia y Tecnología. “El Conahcyt se convertirá en el único órgano de consulta para asesorar a todos los poderes de la federación y a todos las órdenes de gobierno en materia de generación de conocimiento”, se lee en un comunicado del FCCyT que fija su postura en contra de dicha ley.