Más Información
Los dos recientes terremotos ocurridos en México, el del 7 de septiembre, con epicentro frente a las costas de Chiapas, y el del 19 del mismo mes, cuyo epicentro se registró en los límites de estados de Puebla y Morelos, han generado muchas preguntas y "teorías"entre los mexicanos. ¿Otra vez 19 de septiembre? , ¿son señales del fin del mundo?, ¿el gobierno ya sabía que esto iba a pasar y no hizo nada?, ¿los sismos son predecibles?
Pero, de todas las teorías la que, sin duda, ha capturado la atención de muchos internautas ha sido una que asegura que sumando las fechas de los días en que ocurrieron los tres sismos más devastadores en la historia de México (27 de julio de 1957,19 de septiembre de 1985 y 19 de septiembre de 2017), sabremos cuándo será el próximo movimiento telúrico de gran magnitud.
La teoría afirma que la clave está en las fechas y de acuerdo con sus cálculos, el siguiente gran sismo será en el año 2044, es decir en 27 años, ¿será cierto?
(FOTO: Especial)
¿Qué dice la ciencia?
El Servicio Sismológico Nacional , a través de sus diferentes plataformas, afirmó que, hasta el momento, los sismos no se pueden predecir. “Ningún método o tecnología permite conocer cuándo ocurrirán”.
Miguel Ángel Santoyo, sismólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que no se pueden predecir los sismos porque no se tiene la información estadística suficiente sobre los sismos registrados en el planeta a lo largo de su existencia.
Si los científicos tuvieran un registro histórico de muchos miles de años podrían generar quizás una estimación estadística de cuándo, dónde y de qué tamaño podrían ocurrir los sismos. “No obstante, no tenemos ese registro y no hay forma de obtenerlo”.
La historia sísmica que poseen los científicos es muy corta con respecto a esos posibles ciclos sísmicos , si es que los hay. “El periodo de tiempo del que tenemos registro es tan corto, que ni siquiera estamos seguros de que existan los ciclos sísmicos o no”.
Por ejemplo, dice, está el caso para cada segmento de la subducción de las placas de Cocos o de Rivera en la Norteamericana -tres de las cinco que interactúan en territorio mexicano- donde los científicos han registrado intervalos de incertidumbre del mismo tamaño que el supuesto periodo de recurrencia. “Es como decir que la recurrencia de sismos en la región es de 50 años, con una incertidumbre de más o menos 50 años. Por ello, con el conocimiento actual, no es posible predecir ningún tipo de terremoto”.
La única certeza que tienen los científicos es clara: los sismos y grandes terremotos seguirán ocurriendo, porque así ha sido a lo largo de la historia. “Cuándo, dónde y de qué tamaño, no lo podemos saber, pero seguirán y lo hemos visto estas semanas”.
jpe