Luego de no cubrir el pago del estímulo de liderazgo a profesores investigadores, este viernes el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) se comprometió a pagar el adeudo a más tardar el 31 de enero.
“Les informamos que tras un análisis exhaustivo hemos logrado obtener los recursos necesarios para cubrir el pendiente del Estímulo de Liderazgo/Impacto Académico”, se lee en un mensaje enviado a la comunidad del CIDE, quien detalla que la solución fue posible por las “gestiones y colaboración” con la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI).
Desde la semana pasada, a través de redes sociales miembros de la comunidad científica comenzaron a señalar la crisis económica que se viven en los Centros Públicos de Investigación, que impactó a través de la falta de renovación de contratos a personal contratado por honorarios o pagos incompletos de la quincena, como es en el caso del CIDE.
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Pero, ¿qué detonó esta crisis?
Catherine Andrews, profesora en la división de Historia del CIDE, explica que la precariedad en los Centros Públicos de Investigación es histórica, pero que en esta ocasión es más apremiante.
Todo inició en enero, cuando la primera quincena del año la recibieron incompleta los profesores del CIDE. El salario se compone por dos partes, el base y los estímulos, en este caso no recibieron el total de sus estímulos. “Hubo una reducción en esa parte de los estímulos de como 60%, lo cual significa globalmente, por un salario entendido como mensual, como una reducción de 20%”, explica.
Tras mostrar su inconformidad, el miércoles pasado hubo una reunión con el Coordinador de Administración y finanzas del CIDE, donde se explicó la situación actual y se reveló el origen del problema: en el sexenio pasado de Andrés Manuel López Obrador, con la titularidad de María Elena Álvarez-Buylla en el entonces Conahcyt, y la dirección del CIDE a José Antonio Romero Tellaeche, se eliminaron los fideicomisos de ciencia y hubo cambios administrativos, como el quitar las colegiaturas. Estos movimientos hicieron que el CIDE dependiera principalmente del recurso fiscal anual asignado por Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo cual no es suficiente.
En esa reunión del pasado miércoles se hizo saber que habría que considerar revertir algunos de los cambios administrativos de el sexenio pasado para salir del bache.
“El fideicomiso daba cierto margen de maniobra a las autoridades del CIDE, porque históricamente el CIDE nunca ha logrado cubrir todos sus gastos con el recurso fiscal otorgado”, señala Andrews.
Además del fideicomiso, el CIDE generaba recursos propios, de los que un porcentaje nutrían el fideicomiso y la otra parte era administrada por el Centro en sí. Pero esa forma de generar recursos propios también cambió, en gran parte por el discurso del gobierno.
Por ejemplo, el CIDE presta servicios de investigación al gobierno, pero también hacía proyectos de investigación financiados por externos, como el Banco Mundial.
“Entonces, al llegar la Cuarta Transformación, la primera cosa que hicieron fue devolver los fideicomisos. Este es el primer cambio administrativo. Otro fue que dijeron que esto de hacer proyectos como lo hacíamos era desviar recursos, según la doctora Álvarez-Buylla, es decir corrupción. Entonces dieron de baja los lineamientos y procedimientos internos, pusieron reglas nuevas, bizantinas, complicadas y casi imposibles de cumplir. Para dar un ejemplo, en 2019 teníamos alrededor de 200 proyectos. En 2024 tuvimos siete", detalla Andrews.
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Otro cambio fue la cancelación de las colegiaturas para estudiar en el CIDE. La profesora explica que el monto dependía de un estudio socioeconómico al estudiante, se cobraba por porcentaje, quien no podía costear sus estudios pagaba 0% de la colegiatura, algunos podían pagar el 20% o 50% y hay quienes podían pagar el 100%, dependía de cada caso. A la llegada de Romero Tellaeche se quitó la colegiatura, lo cual pudo sonar como una buena idea, pero el impacto que ha tenido esta medida está haciendo reconsiderar al propio CIDE.
“En la reunión que tuvimos con el señor, el coordinador de Administración y Finanzas, precisamente nos dijo ‘bueno, hay que pensar en recibir colegiaturas, hay que hacer más proyectos’. O sea, la solución a ese problema histórico, que el recurso fiscal no alcanza, y ahorita alcanza incluso menos, es regresar a funcionar como habíamos funcionado. Pero esta forma de funcionar ya la han desmantelado, la han destruido”, dice la doctora en historia.
Investigadores no pueden hablar con la prensa sin autorización
La solución le llegó al CIDE el viernes, ahora falta ver si se cubrirá el pago el 31 de enero, así como falta ver cómo la Secretaría de Ciencia atenderá los problemas de los 26 Centros Públicos de Investigación (CPIs) restantes, donde si de por sí la falta de renovación de contratos había tensado el ambiente, se suma ahora la advertencia que han hecho algunos centros a su comunidad sobre hablar con la prensa sin autorización previa.
Es el caso del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), en Chihuahua, donde se envió a estudiantes y personal un comunicado importante: “toda entrevista o declaración deberá ser autorizada previamente”.
En el comunicado se indica que no tiene el fin de limitar ni desalentar las entrevistas, pues son necesarias para la divulgación científica, pero “hay que asegurar que cada intervención esté en concordancia con los lineamientos institucionales, cuidando todos los aspectos de nuestra imagen”. El Cimav dice que de cumplir con sus indicaciones se evitarán “sanciones derivadas de omisiones o declaraciones no autorizadas”.
Para poder hablar con medios de comunicación, los miembros del Cimav deberán hacer una solicitud donde se detalle información del “medio, el tema, la fecha propuesta y el propósito de la entrevista”.
En redes sociales se reporta que el Centro de Investigación en Química Aplicada (Ciqa), ubicado en Saltillo y con sede en Monterrey, recibió la misma instrucción.
melc