Nada es para siempre. Ni siquiera el universo. Llegará un momento en que éste será un sitio inhóspito, frío, sin energía, totalmente apagado, oscuro y vacío.
“Con base en lo que postulan algunos modelos cosmológicos, el final del universo ocurrirá dentro de aproximadamente 1060 años, pero muchísimo antes se habrá extinguido la vida”, dice Sergio Mendoza Ramos, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
El universo tiene alrededor 13 mil millones de años. Mil millones de años se representa como 109 años y 10 mil millones como 1010 años. De esta forma, 1011 años es más o menos 10 veces la edad del universo y 1012 años es más o menos 100 veces... Para el final del universo se piensa que tendrán que pasar unos 1060 años...
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“A finales del siglo XX se comenzó a observar, con distintas técnicas y en diferentes momentos, que el universo se estaba expandiendo aceleradamente”, agrega el astrofísico universitario.
En lugar de frenarse por la fuerza gravitacional, que atrae todo el contenido material y energético del universo, su expansión se acelera cada vez más rápido.
Expansión
Conforme a los modelos cosmológicos más sencillos y aceptados, el universo seguirá expandiéndose y al final se convertirá en un sitio muy frío, sin actividad estelar, fundamental para la vida (ésta requiere mucho calor y ciertos componentes orgánicos).
“Cuando cese la formación estelar, sólo quedarán estrellas más compactas, como enanas blancas, estrellas de neutrones y agujeros negros”, asegura Mendoza Ramos.
La duración de este proceso dependerá de qué tan estables sean los protones (se cree que su vida media es de unos 1035 años). En todo caso, una vez que se descompongan, sólo quedarán agujeros negros en el interior de las galaxias.
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“Cuando ya todo esté muy frío, los agujeros negros podrán evaporarse y desaparecer, dejando a las galaxias sin nada más que energía pura”, apunta el astrofísico.
Ahora bien, en lugar de que esto suceda dentro de 1060 años, podría suceder dentro de 1070 años o, en el caso más extremo, dentro de 10100 años, y esto es demasiado tiempo, comparado con los 13 mil millones de años del universo.
Big Rip
Otro modelaje cosmológico, que toma en cuenta qué tan rápido se está acelerando el universo, prevé que se presentará el Big Rip, concepto traducido como “Gran Desprendimiento” o “Gran Desgarro”. “En ese momento, el universo estará formado por regiones totalmente aisladas entre sí en el espacio y el tiempo, pues éstas se habrán separado tan rápidamente que ya no tendrán ningún contacto causal”, señala el astrofísico.
Entonces, los astrónomos de civilizaciones futuras (si las hay) verán un universo muy diferente, esto es, mucho más pequeño, con mucha menos cantidad de materia y energía, porque, mediante el Big Rip, éstas habrán sido separadas del conjunto grande. Así, no se podrán enviar señales de luz hacia esas regiones del universo.
Vida extinta
Antes del enfriamiento del universo se extinguirán las galaxias, las estrellas (la Vía Láctea tiene 100 mil millones), los sistemas solares y los planetas.
Dentro de unos 5 mil millones de años, el Sol dejará de quemar hidrógeno y convertirlo en helio y, por lo tanto, de dar energía. De esta manera morirá y se transformará en una estrella gigante roja, en cuyas etapas finales crecerá tanto que su tamaño abarcará hasta un poco más allá de la órbita de Marte. Los planetas también desaparecerán y, con ellos, la Tierra y la vida.
“Para que se den las condiciones que permitan generar la vida tal como la conocemos se requieren varias generaciones de estrellas. Asimismo, se necesita calor y combustión. Y si no hay energía, no habrá ninguna posibilidad de que exista la más mínima molécula, menos aun el más primitivo virus, la vida más simple.”
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Según el astrofísico, la Vía Láctea colisionará con la galaxia de Andrómeda, pero seguirán generándose estrellas. Y pasado un tiempo muy largo, el universo se volverá muy frío y todos los procesos de termofusión en el interior de las estrellas concluirán. Y por lo que se refiere a los agujeros negros, sobrevivirán, pero también, tarde o temprano, dejarán de existir.
¿Cuál será el destino final del universo?, ¿ocurrirá el Big Rip o el universo solamente se enfriará sin que experimente un despedazamiento?
“Cuando se proyectan hacia el futuro, las observaciones relacionadas con el fin del universo dan el número 1060, que sale de multiplicar la edad actual de éste por un 1 seguido de 60 ceros. Es una cantidad de tiempo tan inmensa que resulta muy difícil concebirla”, finaliza Mendoza Ramos.