El biólogo sueco Svante Pääbo, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018, está convencido de que será imposible secuenciar el genoma de dinosaurios, australopithecus o seres que vivieron hace millones de años.
Para el investigador, que primero demostró que los humanos modernos se cruzaron y mezclaron con los neandertales, tampoco será posible recrear especies extintas a partir de fósiles.
"Nunca recrearemos especies completas porque es muy difícil realizar la ingeniería con las células madres para conseguirlo", afirmó hoy el genetista en una conferencia de prensa.
El investigador no es optimista ante la posibilidad de que algún día puedan "resucitarse" homínidos extintos o dinosaurios , como están representados en la exitosa franquicia cinematográfica "Jurassic Park", una cuestión que, según Pääbo, no se justifica "éticamente".
"Parece éticamente imposible recrear un ser humano completo para resolver una curiosidad científi ca o decir a un adolescente por qué existe", señaló el galardonado.
Pääbo recogerá este viernes, de manos del rey Felipe VI, el Premio Princesa de Asturias que le fue concedido por haber sido el primero en secuenciar el genoma de los neardentales.
El director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig ( Alemania), de 63 años, es uno de los fundadores de la paleogenética, disciplina que demostró que los humanos tienen entre un 1 y un 4 por ciento de material genético procedente de otras especies.
El sueco confirmó así la existencia de relaciones sexuales entre las dos especies -humanos modernos y neandertales-, descubrimiento que aceptó claramente la comunidad científica y que llevó al anterior papa Benedicto XVI a preguntarle personalmente si los naendertales tenían alma.
Sin embargo, Pääbo señaló que los avances en la paleogenética dependerán de la tecnología y la conservación de los restos q ue se quieran secuenciar, pero aseveró que "nunca se llegará a la secuenciación genómica de especies de hace siete millones de años".
Entre sus trabajos más destacados está la secuenciación del ADN mitocondrial más antiguo logrado hasta ahora, de un homínido primitivo, a caballo entre los simios que se extinguieron y los primeros humanos