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El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Julio Carranza, dijo que el impacto de la violencia en Sinaloa que ya cumple más de medio año, afectará la actividad económica y su impacto en la morosidad de los clientes se verá en cuestión de meses.
“Sí representa un riesgo que nosotros vemos que va a llegar. No hay de otra. Nos va a llegar, a pegar dentro de tres o cuatro meses, vamos a tener una cartera vencida elevada”, dijo el directivo.
En conferencia de prensa, Carranza dijo que la cartera de crédito vigente en Sinaloa rebasa los 215 mil millones de pesos, con lo que hay preocupación sobre el desempeño del comercio en la entidad, donde establecimientos han tenido que cerrar debido al clima de inseguridad que prevalece principalmente en Culiacán.
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En ese sentido, dijo que es complicado que se tengan criterios contables especiales por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para que los comercios y personas físicas tengan facilidades para el pago de sus créditos vigentes, ya que dicha situación se ha aplicado solamente en casos declarados como de emergencia nacional, tal y como ocurrió en la pandemia de Covid-19 o con el golpe del huracán Otis en Acapulco.
“Lo que estamos haciendo es buscar con Nacional Financiera, por ejemplo, con la banca de desarrollo, que haya un programa de apoyo para estas micros y pequeñas empresas. La banca está reforzando todos sus programas de reestructuras y de atención a todos los clientes en Sinaloa”, dijo.
Carranza explicó que la banca está a la espera a que las medidas de seguridad que aplica el gobierno federal en Sinaloa surjan efecto, en beneficio de la actividad económica de la entidad.
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Ante la violencia que se mantiene en el estado, desde octubre pasado organizaciones empresariales levantaron la alerta sobre la necesidad de planes de apoyo para evitar la morosidad y poder seguir pagando salarios.
El clima de inseguridad en la entidad derivado del enfrentamiento de grupos delictivos ha trastocado la economía local. Los horarios restringidos y pocas ventas impedirán a los pequeños establecimientos mantenerse al día con sus compromisos financieros.
“Venimos de un julio y agosto muy malos. Nuestro septiembre apenas iba a empezar. Necesitamos reestructurar nuestros créditos, nuestras tarjetas para seguir avanzando. El impago no es la solución. Queremos apoyarnos y tener un tiempo de gracia para volver a tener el flujo”, dijo entonces la presidenta de la Canirac de Sinaloa, Laura Guzmán.
Ante la situación, la ABM dijo que mantiene comunicación con las autoridades financieras mexicanas para conocer las medidas de apoyo que se pueden aplicar en los comercios más afectados por el clima de violencia en la entidad.
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