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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
Los refrescos de sabores bajos en calorías registraron un crecimiento de 414.76% en volumen de ventas en México en 2018 en comparación con el año anterior, de acuerdo con KPMG México.
“El consumo mensual de refrescos de un mexicano es de 12 litros y el consumo per cápita anual ha variado entre 151 y 161 litros en los últimos años”, dijo Óscar Silva, socio líder de Global Strategy Group de la firma auditora.
Detalló que los refrescos de sabores calóricos tuvieron un descenso de 8.31% en 2018 en comparación con el año anterior, mientras que los no calóricos subieron 20.74% en el mismo periodo.
En cuanto a los de sabor cola, los datos de KPMG apuntan a que éstas bebidas bajas en calorías crecieron 149.33% en 2018 frente al año anterior, mientras que los refrescos de cola no calóricos aumentaron sus ventas 26.10% y las colas tradicionales subieron su volumen 0.82% en 2018.
“La industria refresquera ha logrado mantener un crecimiento sostenido en los últimos años. 2018 fue un año positivo para la industria en México, pese a los retos enfrentados en materia fiscal”, dijo.
En términos totales, KPMG detalló que la industria tuvo una tasa de crecimiento anual compuesta de 2.09% de 2014 a 2018, además de que reformuló su portafolio y redujo 7.2% las calorías de sus productos en los últimos seis años.
Sobre el impacto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), Silva consideró que la disminución en el volumen de ventas fue momentánea cuando llegó el gravamen en 2014, por lo que una actualización del impuesto podría afectar a la industria, aunque sería también por factores externos que se sumarían a esta medida.
“Vemos un escenario complicado por distintas variables. Pensamos que el incremento del IEPS se vivió el primer año, hubo un efecto importante, pero luego se recuperó. Actualmente hay una economía más débil, una desaceleración en EU y otras variables; si conjugamos todo esto, definitivamente será un año complicado para la industria”.
Silva también destacó que los apoyos sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador podrían compensar los efectos negativos contra la industria refresquera, pero todavía es incierto el escenario.
Añadió que hay una reorganización clara del portafolio y las empresas que han introducido productos menos calóricos, de manera que “hay una migración de los consumidores”. De acuerdo con cifras de KPMG, la industria cerró 2018 con un volumen de ventas de alrededor de 18 mil 903 millones de litros de refresco, lo cual representó un crecimiento de 0.28% respecto a 2017.
“La industria refresquera ha mostrado un claro enfoque en las necesidades de los compradores y que cuenta con la agilidad que el mercado demanda”, afirmó.
Silva destacó que la inversión de la industria refresquera en activos fijos fue 79 mil 842 millones de pesos entre 2012 y 2018, monto que muestra una tendencia de crecimiento constante a lo largo de los años, así como una tasa de crecimiento compuesto anual de 11.19%.