Los centros históricos del país tienen una oportunidad de desarrollo de vivienda en sus alrededores, pero resulta complicado aprovecharla por las regulaciones, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
Por ejemplo, en el caso del centro de Guanajuato, se complica la reconversión de vivienda abandonada por tres motivos: herencias mal fundamentadas, valor de tierra y gentrificación desorganizada, dijo Christian Montull, presidente del Consejo Directivo de la AMPI en el estado.
“En Guanajuato, si una herencia [de un inmueble] no está bien identificada, se la queda la Universidad de Guanajuato”, dijo.
Destacó que en los últimos años, los centros históricos recibieron inversiones públicas para mejorar su infraestructura, pues las autoridades buscan recuperar los espacios para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
No obstante, es poco viable la construcción de vivienda económica en los alrededores.
En conferencia de prensa, Florencia Azalea Estrada, presidenta nacional de AMPI, dijo que en la reconversión de los centros históricos no se puede construir vivienda económica, porque se trata de inmuebles como casonas destruidas donde recuperarlas tiene un costo elevado, por el precio de la tierra, espacio y restricciones para los nuevos desarrollos de vivienda.
“Los centros históricos son, generalmente, las áreas más antiguas de una ciudad. Donde se concentran las funciones comerciales y servicios, entre las que destaca la administración y espacios de actividades políticas y religiosas, conjugando a los tres poderes de la sociedad: la fe, la política y el comercio.
De acuerdo con AMPI, hay 35 bienes mexicanos inscritos en la lista de patrimonio de la humanidad por la UNESCO, 10 son centros históricos.
Algunos casos exitosos de reconversión y remodelación están en Campeche, Zacatecas y Ciudad de México, detallaron.