La percepción de las familias sobre su situación económica y del país repuntó en marzo pasado, impulsada por la mejoría en torno a la pandemia por el Covid-19 y el proceso de vacunación, mostraron los datos publicados por el Inegi y el Banco de México.

En el tercer mes del año, el indicador de Confianza del Consumidor llegó a 40.4 unidades, con lo que se mantiene alejado del umbral de los 50 puntos que marca la prevalencia del optimismo. No obstante, respecto al mes pasado, la confianza presentó un incremento de 1.6 unidades, lo que significa su mayor alza de los últimos ocho meses.

“De esta manera, el indicador continúa en una senda de recuperación que se vio interrumpida por el resurgimiento del Covid-19 y la intermitencia energética en los primeros dos meses del año.

“Así, el cierre del primer trimestre parece reforzar la sensación de optimismo que ha permeado en las expectativas, por lo que, aunque los riesgos para el crecimiento se mantienen, consideramos que su sesgo es al alza”, comentó Daniel Arias, analista económico de Monex.

Con cifras ajustadas por estacionalidad, los cinco componentes que integran la confianza del consumidor tuvieron ganancias. Incluso, el reporte destacó que, a diferencia de meses anteriores, la mejora fue mayor en los rubros que miden la percepción de la situación actual, con incremento de 1.9 puntos, y no en los de las expectativas sobre el futuro, con aumento de 1.6 unidades.

Además, por primera vez desde febrero de 2020, hubo componentes que tuvieron niveles superiores a los de hace un año, aunque estos sí corresponden a la categoría de expectativas (hogar y país) y la base de comparación es favorable, pues en marzo del año pasado se empezaron a sentir los efectos de la crisis sanitaria.

Mientras tanto, el rubro del poder de compra continuó en rezago, porque sólo mejoró 1.3 puntos, con una inflación más alta, lo que pudo limitar el desempeño.

Por otra parte, de los indicadores complementarios todos mejoraron con excepción del que mide la percepción sobre el avance de los precios, que reportó un retroceso de 1.7 unidades.

Destacó el incremento en el indicador que registra la percepción sobre la situación del empleo, debido a su alza de 4.6 puntos, la mayor en 27 meses y con la que llegó a 45.9 unidades, puntuación que supera lo que llegó a registrar a inicios de 2020.

Así, esta categoría se convirtió en la primera y única en superar los niveles pre-crisis, aunque las expectativas de ahorro y de la situación personal están cerca.

Es probable que la confianza continúe mejorando, impulsada por la recuperación de la actividad económica y el empleo.

No obstante, no se descartan distorsiones en los próximos meses ante las campañas electorales y otros riesgos de corto plazo, detalló Banorte en su análisis económico.

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