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Ginebra.— El mayor banco de Suiza, UBS, comprará a su rival en dificultades Credit Suisse, anunció ayer el presidente de la Confederación Helvética, Alain Berset, asegurando que es la mejor manera de “restaurar la confianza” tras varios días de tormenta en los mercados mundiales.
Esta solución “no sólo es decisiva para Suiza (...), sino para la estabilidad de todo el sistema financiero mundial”, afirmó Berset durante una rueda de prensa en presencia de los presidentes de los dos gigantes bancarios, Colm Kelleher, por UBS, y Axel Lehmann, por Credit Suisse.
Por su parte, la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter, declaró que la quiebra de Credit Suisse podría haber causado “daños económicos irreparables”.
“Por esta razón, Suiza debe asumir sus responsabilidades más allá de sus fronteras”, dijo. La compra será por valor de 3 mil millones de francos suizos (3 mil 200 millones de dólares) en acciones de UBS, es decir, a un precio de sólo 0.76 francos suizos por acción de Credit Suisse, que el viernes aún valían 1.86 francos.
La fusión de los dos gigantes bancarios, que forman parte del grupo de 30 bancos considerados clave en el sistema financiero mundial, debería completarse y anunciarse a tiempo para la apertura de los mercados asiáticos.
La esperanza es que el anuncio sea suficiente para evitar un pánico generalizado. El sector bancario está sometido a tensiones desde que los principales bancos centrales subieron las tasas bruscamente en un intento de controlar la inflación.
Muchas instituciones no supieron prepararse tras años de acceso a dinero barato.
La quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y de otros bancos regionales aumentó la ansiedad de los inversionistas y provocó una crisis en otras entidades consideradas débiles.
Es el caso de Credit Suisse, que lleva dos años inmerso en varios escándalos que no logró resolver pese a los esfuerzos de su dirección, que anunció un plan de reestructuración de tres años.
El miércoles el banco central suizo anunció un paquete de rescate de 50 mil millones de francos suizos (54 mil millones de dólares) tras un día negro en la bolsa, pero la medida sólo dio al banco un breve respiro.
Los reguladores y el gobierno federal actuaron bajo la inmensa presión de los principales socios económicos de Suiza para sanear la situación antes de que contagiara al mundo entero.
De acuerdo con el diario Financial Times y Blick, los clientes del banco retiraron 10 mil millones de francos suizos (10 mil 800 millones de dólares) en depósitos en un solo día a finales de la semana pasada. UBS se beneficiará de una garantía gubernamental de unos 9 mil millones de francos suizos (9 mil 750 millones de dólares) que sirve de seguro si se descubren problemas, mencionó Keller-Sutter.
El banco central concederá además una línea de liquidez de hasta 100 mil millones de francos suizos (108 mil millones de dólares) a UBS y Credit Suisse.
UBS, que tardó varios años en recuperarse de la crisis financiera de 2008 y de un rescate estatal masivo, está empezando a recoger los frutos de sus esfuerzos.
Por eso fueron necesarios muchos esfuerzos por parte de las autoridades antes de que la dirección del banco aceptara asumir el papel de rescatista de Credit Suisse.
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