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El Indicador Global de la Actividad Económica (una especie de PIB mensual) mostró una disminución de 0.2% en términos reales en abril pasado respecto al mes previo, después del fuerte avance de 2.7% de marzo, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En opinión de especialistas, el resultado sugiere que la modesta baja no debería ser muy preocupante y posiblemente se debe sólo a un punto de inicio más complicado.
“Otros indicadores muestran un dinamismo adicional apoyado por la mejoría en el frente del Covid-19, fortaleza externa y señales más positivas en componentes domésticos.
“Como resultado, la economía está cercana a los niveles registrados a principios de 2017”, comentó al respecto Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.
Por grandes grupos de actividades, la producción industrial se contrajo 0.2%, rompiendo con 10 meses consecutivos de crecimiento. Al interior, la minería fue el único sector más fuerte (1.0%), con la caída en las manufacturas (-0.5%) que no fue suficiente para revertir las ganancias del mes anterior.
Más preocupante fue la construcción, con un retroceso de 0.3% y algunas señales de estancamiento tras las fuertes cifras de inicio de año.
El sector de servicios reportó un incremento mensual de 0.3%, con sólo dos de sus nueve subsectores a la baja.
No obstante, sorprendiendo al alza, el alojamiento nuevamente presentó el mayor crecimiento, con 7.3%, posiblemente con un impulso sustancial por la Semana Santa.
De manera similar, el transporte avanzó 2.8%.
Mientras tanto, las ventas al menudeo crecieron 4.2%, contrastando con el reporte publicado hace unos días, comentó el especialista de Banorte.
En cuanto a sectores esenciales, la educación y salud crecieron 2.2%, posiblemente impulsados más por el primero, dado que los contagios de coronavirus siguieron cayendo.
Además, los servicios gubernamentales presentaron un avance marginal de 0.1%, en tanto que los servicios financieros se quedaron sin cambio.
Durante el segundo trimestre, la actividad económica se verá afectada por el efecto de base de comparación, pues las caídas que mostró este indicador en abril y mayo de 2020 fueron históricas debido al impacto económico de la pandemia.
En términos anuales, el Indicador Global de Actividad Económica registró un avance real de 21.4% en el mes de referencia. Por grandes grupos de actividades, con relación a abril de 2020, las industriales crecieron 35.7% y los servicios se incrementaron 17%, en tanto que las actividades agropecuarias cayeron 0.1%.
Durante el segundo trimestre, la actividad económica también se verá afectada por el efecto de base de comparación, puesto que las caídas que mostró este indicador en el periodo abril y mayo de 2020 fueron históricas debido al impacto económico de la pandemia.
Por otra parte, las tasas de crecimiento anual de 156% en los servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas; de 51% en el comercio al por menor, y de 34% en el transporte, entre otros, permiten dimensionar el deterioro de estos sectores al inicio de la contingencia sanitaria.
“En general, se mantiene la noción de un dinamismo importante para la actividad en este 2021, incluso con el retroceso, consideramos que la economía ha mostrado resiliencia ante los shocks que se han presentado, por lo que el balance de riesgos en torno a nuestra estimación de un avance de 5.5% del PIB en el año sigue sesgada al alza”, estimó Daniel Arias, analista económico de Monex.