Las prendas de vestir no se salvaron de la inflación en la pandemia de Covid-19 , pero se encarecieron más para los hombres.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró que el precio promedio de la ropa de caballeros aumentó 14.1% en los últimos tres años, de febrero de 2020 al mismo mes de 2023, mientras que para las mujeres se incrementó 11.7%.
Los hombres pueden escoger mayor variedad de colores y diseños en su ropa que antes, ya sea formal, informal o deportiva, explicó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), Emilio Penhos Mougrabi.
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Hay diseños que son de mayor calidad y eso encarece la ropa, indicó en entrevista con EL UNIVERSAL.
En el caso de los trajes, hay menos fábricas porque varias cerraron durante la crisis sanitaria, lo que pudo tener un efecto en los precios debido a que subió la demanda al reactivarse la movilidad, pero la oferta es menor, señaló.
“Los hombres éramos más estándar: negro, gris y azul marino. Sin embargo, la nueva dinámica invita mucho a los colores, a arriesgarse. Vemos que las empresas, por muy conservadoras que sean, ya venden trajes vino y verde. Se cambió la monotonía monocromática”, detalló.
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“Mi apreciación es que vemos un alza significativa de hombres con mucho más carácter en su vestir y con muchas más tonalidades que rompen los paradigmas típicos del color... ya no comparas camisas blancas con camisas blancas”, debido a que hay más colores.
“El negocio que se diferencia quizá tiene la posibilidad de vender y entregar un producto superior diferenciándose, y eso va a valer más, así como la calidad que busca la gente, fibras o diseños que tienen mayor valor”, comentó Penhos Mougrabi.
En cuanto a la producción de trajes, indicó que hubo una “caída abrupta de la producción a causa de la pandemia, porque la gente dejó de usar trajes. En muchas fábricas cayó de forma dramática la producción y muchas otras cerraron. Ahora con la apertura hay una demanda que sobrepasa la producción, porque un número importante cerró y los existentes se pueden dar el lujo de cobrar un poco más”.
Aseguró que los precios de la ropa tanto para hombre como mujer se encarecieron por los mayores costos de producción.
“No siento que haya diferenciación en el tema [de aumento de precios], siento que suben por aumento de la mano de obra” y otros costos de fabricación.
En general, esto tiene que ver con la mayor demanda contra la menor producción ante el cierre de fábricas en la pandemia, el incremento del salario mínimo y, recientemente, el aumento en los días de vacaciones, opinó.
Las fábricas también enfrentan escasez de mano de obra y para retener al personal le pagan más, lo que genera mayores costos y una menor producción.
Durante la pandemia hubo un boom de prendas deportivas, porque la gente quería estar cómoda en su casa. No obstante, con el regreso a las oficinas y eventos presenciales ahora se vende la ropa formal . “Hoy es el boom de la estabilidad y del retorno a la formalidad”, consideró.
Sin embargo, la producción no puede atender toda la demanda, de modo que hay insuficientes prendas y por eso las tiendas departamentales no rebajan tanto los precios, lo que provoca una sensación de precios altos, concluyó el líder de la Canaive.
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