La ausencia de mujeres se sintió en el Restaurante Palacio, en el Centro Comercial Santa Fe, donde jefes y ayudantes tomaron el lugar de meseras y cocineras que se unieron al paro nacional.
Los compañeros se hacían bolas con las órdenes y, nerviosos, atendían a los pocos comensales hombres presentes.
En la presentación de los platillos y en una que otra tortilla quemada se reflejó que las cocineras también apoyaron el 9M.
“Disculpe usted, estamos solos”, comentó un garrotero que lo mismo tomaba la orden y limpiaba mesas, mientras su jefe corría para hacer notas de consumo y cobrar.
En otros restaurantes el apoyo al paro de mujeres fue menor. Los clientes de Sanborns fueron atendidos por las meseras con su tradicional uniforme, a pesar de que su matriz, controlada por la familia de Carlos Slim Helú, anunció que se sumaba al movimiento.
“Teníamos la posibilidad de faltar, pero muchas decidimos mejor venir”, expresó una de las empleadas, quien pidió el anonimato. No recibir propinas del día tiene un impacto relevante sobre sus ingresos.
Sanborns ofreció buffet en algunas sucursales para que los propios clientes se sirvieran.
En Toks, propiedad de Grupo Gigante, el ausentismo de meseras, cocineras y ayudantes fue mayor, por lo que sólo ayer hubo un menú de platillos básicos.
En la sucursal Madero de los Bisquets Obregón, en el Centro Histórico, la mayor parte del servicio fue atendido por personal masculino.
En contrapunto, en los restaurantes Hooters, que se caracterizan por tener sólo meseras, se ofrecieron nada más envíos a domicilio. En tanto, los restaurantes Angus abrieron normalmente, pero con escasa demanda, debido a que el servicio corrió a cargo de personal masculino.