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Tesla se ha visto envuelta en una telenovela en los últimos días a causa de la propuesta de pagar alrededor de 50 mil millones de dólares en acciones al presidente y director general de la empresa, Elon Musk.
Los títulos de la compañía han tropezado como consecuencia de las opiniones encontradas sobre el polémico pago. El viernes, la acción retrocedió 0.40%, a un precio de 178.08 dólares.
Ese día, una de las principales agencias de asesoría de Estados Unidos, Institutional Shareholder Services (ISS), recomendó a los accionistas de Tesla votar en contra de la propuesta.
ISS es la segunda agencia de asesoría que se opuso públicamente al paquete de compensación aprobado en 2018 por el consejo de administración de Tesla y que en enero de este año fue anulado por un tribunal estadounidense.
Tras la decisión de la jueza de Delaware, Kathaleen McCormick, que consideró entre otras razones que era excesivo, que las personas que decidieron la compensación no eran independientes y que los accionistas no habían recibido la suficiente información para aprobarlo, el consejo de administración de Tesla decidió volver a presentar la propuesta a los accionistas.
La agencia Glass Lewis también recomendó el voto en contra de la propuesta durante la junta general de accionistas de Tesla que se celebrará el próximo 13 de junio.
Desde que Tesla decidió presentar a votación el paquete de compensación de Musk, la compañía y el propio empresario han emprendido una agresiva campaña de relaciones públicas en favor de la propuesta. Musk incluso ha sugerido que podría abandonar la empresa y llevarse el desarrollo de inteligencia artificial.
Musk controla en la actualidad 12.9% de las acciones de la compañía. Si los accionistas aprueban el pago el 13 de junio, esa proporción podría llegar a más de 22%. Musk ha dicho públicamente que cree que necesita controlar 25% de los títulos para desarrollar sus planes.
Según el acuerdo de 2018, Tesla compensaría a Musk por su labor con un paquete de opciones sobre acciones si la compañía alcanzaba 12 objetivos, entre ellos una capitalización de mercado de al menos 50 mil millones de dólares y determinados objetivos de ingresos.
En los documentos presentados por Tesla ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), Robyn Denholm, presidenta del consejo de administración de la compañía, solicitó a los accionistas que “devuelvan la democracia” accionarial tras la decisión de la jueza de anular la compensación.
Ese fallo fue fruto de una demanda presentada por uno de los accionistas de Tesla, Richard Tornetta, quien alegó que Musk controlaba el consejo de administración cuando el organismo aceptó sus condiciones y le concedió una de las mayores compensaciones económicas en la historia corporativa del país.
Musk arremetió contra la jueza y el sistema judicial de Delaware, y en represalia decidió transferir el registro de Tesla a Texas, donde la compañía tiene su sede física y donde no existe tanto escrutinio sobre los ejecutivos de empresas.