México acumula al menos tres solicitudes de consultas con sus socios comerciales del T-MEC, pero a pesar de que ya pasó el tiempo establecido para llegar a arreglos a través del diálogo, Estados Unidos y Canadá no han solicitado moverse a un panel de solución de controversias.
Especialistas aseguran que esto tiene que ver con la agenda política actual, en particular con la Unión Americana, en momentos en que México sirve de bloque de contención de la migración y, a cambio, se opta por la negociación en temas en los que hay reclamos por los mecanismos del acuerdo trilateral.
“Estamos en una tregua de facto entre los dos gobiernos”, afirmó el líder del área de práctica transaccional y financiera de Santamarina y Steta, Juan Carlos Machorro.
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Esta situación se da en medio de otros temas que están en juego entre ambos países, como la lucha contra el fentanilo, el combate al narcotráfico, la política migratoria y las próximas elecciones presidenciales.
A pesar de la presión de legis- ladores y del sector privado en ambos países socios, el diálogo sigue vigente para resolver las diferencias con México sobre su política energética, sus prohibiciones a la importación de maíz transgénico, entre otros.
Además, México y Canadá tampoco han exigido a Estados Unidos cumplir con el fallo en su contra sobre las reglas de origen en el sector automotriz.
Estamos en momentos en que “no quieren jalar el gatillo” ninguno de los países, dijo Machorro. Estados Unidos y Canadá pueden pedir un panel de solución de controversias porque la política energética viola el T-MEC, pero también los canadienses y mexicanos pueden exigir que se respete el fallo alcanzado en enero pasado para el panel de reglas de origen automotrices, y nadie lo hace.
La agenda de los países está llena de temas relevantes, por eso “hay una calma chicha, donde yo agrego que está el ingrediente de que cada 12 años en México y Estados Unidos se realizan elecciones presidenciales el mismo año, y eso ocurrirá en 2024”, afirmó Machorro.
Lo que está en juego
Las diferencias sobre la política energética mexicana siguen sin solución, luego de que en julio del año pasado Canadá y Estados Unidos solicitaron consultas y a pesar de que los 75 días para encontrar una solución según las reglas del T-MEC terminaron en octubre del año pasado.
Además, por la prohibición del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al maíz transgénico, las consultas se solicitaron el 6 de marzo.
Un tercer caso es el de la protección de la vaquita marina y la totoaba, iniciado en febrero de 2022 y para el cual no hubo avances vía la Representación Comercial de Estados Unidos.
Ambientalistas pidieron la intervención del Departamento del Interior de EU, instancia que hace días hizo pública una resolución para la vicepresidenta Kamala Harris, en la cual dijo que fallaron los intentos del gobierno mexicano para proteger a esas especies y abre la posibilidad de un embargo pesquero.
Causa de incertidumbre
Ante la parálisis actual, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) afirmó que “la prioridad es que Estados Unidos cumpla la resolución del panel de reglas de origen y, una vez haciéndolo, no prevemos mucho problema para la industria”.
El director general de la asociación, Odracir Barquera, añadió que “es importante que Estados Unidos ya cumpla como gobierno con la resolución de un panel que lleva más de tres meses de haberse cerrado”.
“No hemos tenido alguna noticia sobre la correcta implementación de esta resolución por parte del gobierno estadounidense y estamos esperando que haya noticias al respecto pronto”, agregó.
Hace unos días, representantes del sector se reunieron con el canciller Marcelo Ebrard y le externaron su preocupación, pues la incertidumbre se mantiene.
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