A pesar de que la inflación general se mantiene por debajo del 4%, la inflación subyacente sigue siendo alta, lo que exige una postura más cautelosa en los recortes de la tasa de interés, según Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico).
Durante su intervención en el podcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte, Heath explicó que el componente subyacente, equivalente al 77% de la medición total y que excluye precios volátiles, ha permanecido por encima del 4% durante ocho quincenas consecutivas, impulsado por el aumento en las mercancías alimenticias y los servicios relacionados con alimentos.
El subgobernador subrayó que los continuos incrementos en los costos laborales y los precios internacionales de los alimentos dificultan una rápida convergencia hacia la meta inflacionaria del 3%.
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Heath agregó que el componente no subyacente muestra un comportamiento favorable, pero la volatilidad histórica refuerza la necesidad de mantener la prudencia monetaria.
"No debemos apresurarnos a bajar la tasa de forma tan agresiva", afirmó.

Política monetaria mexicana se acerca a una zona neutral
Como ejemplo, Heath citó el caso de Colombia, donde el banco central detuvo los recortes de tasa al observar un estancamiento similar en la inflación subyacente.
"Nosotros deberíamos hacer lo que están haciendo en Colombia, ser mucho más cautelosos y esperar a ver si realmente la inflación pudiera retomar una tendencia a la baja", comentó.
En este contexto, la política monetaria mexicana se acerca a una zona más neutral y los futuros ajustes deberán evaluarse con precaución.
"No creo que veamos la inflación en 3% a mediados del próximo año", concluyó el subgobernador.
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Por su parte, el economista en jefe y director general adjunto de Análisis de Banorte, Alejandro Padilla, coincidió en que el entorno actual representa un desafío para la conducción de la política monetaria, especialmente por el contraste entre el bajo crecimiento económico y las presiones inflacionarias persistentes.
Padilla también destacó que, aunque la Reserva Federal de Estados Unidos ha comenzado a reducir sus tasas, México debe analizar cuidadosamente su margen de maniobra para mantener un diferencial atractivo sin comprometer la estabilidad de precios.
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