México, a diferencia de países como Estados Unidos, su principal socio comercial, presenta una brecha abismal en el uso de tarjetas de crédito y débito para el pago de gasolina o diesel en estaciones de servicio.
En Estados Unidos, ocho de cada 10 usuarios emplean plásticos bancarios, mientras que en México la relación es a la inversa: dos de cada 10.
Sin embargo, el uso de este tipo de medio de pago es una tendencia que crece en el país, asegura el presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo Nacional), Roberto Díaz de León.
“Todavía nos va a llevar tiempo eliminar el pago de efectivo por el uso de plásticos bancarios”, reconoce.
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De un mercado que tiene un valor aproximado a 691 mil millones de pesos anuales por la venta de gasolinas en sus tipos Magna y Premium, así como de Diesel, un total de 567 mil millones de pesos se facturan por pagos en efectivo y sólo 124 mil millones de pesos a través de tarjetas bancarias.
Sin duda es una cuestión de hábito, pero eliminar el pago en efectivo también será en su momento una consecuencia de la transformación digital en las estaciones de servicio con la que se busca que el consumidor realice compras y facturación por vía electrónica, casi en tiempo real.
En Estados Unidos, de acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia (NACS, por sus siglas en inglés), casi ocho de cada 10 clientes que paran en gasolineras para cargar combustible pagan con tarjetas de crédito o débito, y el resto usa efectivo.
De los clientes que usan tarjetas bancarias, cuatro son de débito, mayoritariamente del sexo femenino, y cuatro de crédito, utilizadas en mayor proporción por hombres.
La asociación dice que el efectivo “sigue disminuyendo como forma de pago del combustible”. La tendencia es importante para el sector gasolinero de ese país, dado que 70% de los consumidores llega a una estación de servicio para llenar el tanque; 13% compra según un presupuesto; 11% gasta lo que tiene a la mano; 5% paga una cantidad fija de litros cada vez, y sólo 2% gasta lo que le sobra de otras compras.
Casi 60% de los consumidores menores de 35 años son los menos interesados en llenar el tanque al visitar una gasolinera, mientras que entre los adultos, 90% prefiere llenarlo.
En México todavía no hay una radiografía de los hábitos del consumidor de esta dimensión. “La relación es inversa, si nos comparamos con el mercado estadounidense dos de cada 10 clientes usan las tarjetas de crédito y débito”, reconoce Díaz de León.
“Debemos andar entre 19.5% o 20% a nivel nacional”, afirma el representante de la organización de gasolineros más importante del país, quienes comercializan 172 millones de litros diarios a 13 millones de consumidores.
“Creemos que el pago con tarjetas bancarias va a ir en aumento gradualmente”, agrega.
Información proporcionada por un grupo empresarial del sector que pidió no ser identificado muestra que en 2019 esta forma de pago mostró una tendencia creciente.
Entre enero y marzo representó 18.3% de las ventas totales, y pasó a 19.5%, 19.7% y 20.2% en los siguientes trimestres del año pasado.
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“Tenemos la expectativa de que al cierre de 2020 el pago con plásticos bancarios promedie 25% del total facturado”, prevé Díaz de León.
Actualmente las 12 mil 655 gasolineras que operan en México con permiso de expendio disponen de terminales para cobro con tarjeta bancaria.
Desde la aplicación del distintivo Cualli en la Franquicia Pemex, en 2006, los empresarios gasolineros quedaron sujetos por contrato a recibir esta forma de pago sin cobrar comisión.
A ello se suma que gran parte de las empresas pagan la nómina a través de tarjetas, refirió.
“Nos va a llevar tiempo eliminar el pago en efectivo”, reconoce Díaz de León, “pero con la implementación del nuevo esquema de facturación y controles volumétricos, hay temas que se están revisando”.
Antes se entregaban dos tickets: uno por el cobro bancario y otro para facturar, si así se requería, y ahora el gremio está migrando hacia la emisión de un solo ticket que refleje tanto la transacción del volumen adquirido, como el voucher bancario.