A la par de las pérdidas que acumula la actividad de refinación de petrolíferos, la producción en las refinerías del país sigue sin despegar, mientras que el objetivo de la autosuficiencia planteado por este gobierno parece lejano.
El debate sobre la refinación cobró intensidad estos días, entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los candidatos presidenciales Xóchitl Gálvez Ruiz, de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN PRD), y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano (MC).
Los candidatos se refirieron a la posibilidad de cerrar por contaminantes las refinerías de Cadereyta, Nuevo León; Ciudad Madero, Tamaulipas, y Tula, Hidalgo, a lo que el Mandatario respondió que sería una “aberración” eliminarlas.
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Sin embargo, de acuerdo con estadísticas de Petróleos Mexicanos (Pemex), la producción de esas tres refinerías ha tenido una tendencia a la baja en los últimos 21 años. En el caso de la de Ciudad Madero, pasó de producir 90 mil barriles diarios de petrolíferos en 2002, a 74 mil el año pasado, una caída de 18%.
En el mismo lapso, la refinería de Tula tuvo una reducción de 30% en el volumen de productos que produjo, al pasar de 281 mil a 197 mil toneles diarios.
Cadereyta presenta los peores resultados en el mismo periodo, pues pasó de 207 mil barriles diarios a 120 mil, es decir, una disminución de 42%.
Gálvez Ruiz afirmó que además de cancelar Cadereyta y Madero, buscará convertir a gas natural otras refinerías, como la de Tula. A su vez, Álvarez Máynez prometió que, de ganar las elecciones, clausurará la refinería de Cadereyta, Nuevo León, pues es generadora de altas cantidades de contaminantes.
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Cadereyta no es contaminante: ASEA
A propósito de la propuesta de cancelar Cadereyta, EL UNIVERSAL dio a conocer en agosto de 2023 el último dictamen de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Agencia de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA), en el cual se certificó que la refinería no rebasa los límites de contaminación establecidos en la ley.
El informe emitido el pasado 3 de mayo y enviado a la Cámara el 13 de junio señala que, tras evaluaciones a la calidad del aire de la planta, a través de laboratorios señalados por la Entidad Mexicana de Acreditación y aprobados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “se determinó que las concentraciones de PM10 y PM2.5 están dentro de los límites máximos establecidos en la NOM-025-SSAI-2014”.
Con relación a las emisiones de bióxido de azufre, la autoridad indicó que “su concentración dentro del ambiente se encuentra dentro de los parámetros establecidos en las normas NOM-128-SEMARNAT-2006 y NOM-085-SEMARNAT-2011”.
El análisis derivó de un punto de acuerdo aprobado en la Cámara de Diputados, en el que se exhortó a la ASEA a verificar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas ambientales.