La posibilidad de que un mayor número de comercios acceda a alternativas de medios electrónicos para recibir pagos se ha estancado en México ante la falta de competencia y cambios estructurales, dijo la presidenta de la Asociación de Agregadores de Pago, Myriam Cosío.
En tanto, otros países de Latinoamérica han realizado esfuerzos para aumentar la penetración de los servicios financieros, destacó, y explicó que mientras en México se ha logrado crecer de 10% a 23%, el indicador de pagos electrónicos en Brasil está en 47%, mientras que en Argentina, Chile y Colombia alcanza entre 30% y 40%.
“Han hecho cambios estructurales en sus sistemas de pagos que han permitido la competencia. En México no se han hecho esas modificaciones. Tenemos un grave problema de competencia en la red de pagos que ya fue diagnosticado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)”, explicó.
“La red de pagos tiene un problema porque hay prácticas monopólicas absolutas y relativas por el hecho de que los bancos son dueños de toda la cadena de valor”, agregó.
Sobre la llegada de DiMo (Dinero Móvil), plataforma del Banco de México, dijo que si bien se trata de una iniciativa para crecer las transacciones electrónicas de persona a persona, queda pendiente una apuesta por llegar a más comercios.
“Puede ser que DiMo funcione para fomentar más las transacciones de persona a persona, pero continúa con las oportunidades en términos de transacciones comerciales de uso diario. Lo que aplaudimos es que se están haciendo acciones con más métodos de pago digitales, con medidas para combatir el uso del efectivo”, afirmó.
Los agregadores de pago son los intermediarios que permiten llevar comercios a la red de aceptación de pagos conectándose al sistema. Esta figura es reconocida en México desde la reforma financiera de 2014 y tiene fuertes jugadores como Clip o Mercado Pago.
En términos de comercio, se pasó de más de medio millón a más de 2.5 millones de comercios, de los cuales 80% es con terminales colocadas por agregadores de pago.
Ante los retos que prevalecen en inclusión financiera y acceso a herramientas de medio de pago que compitan con el efectivo, Cosío destacó que, además de acceso y políticas, es necesario que los comercios y usuarios en general aumenten su educación financiera a través de la práctica, lo cual ayuda a conocer los beneficios del sistema de pagos.
Entre los retos más importantes, recordó la falta de infraestructura que persiste en el cobro de impuestos como el predial, lo cual limita la disponibilidad de ingresos en administraciones locales.