Más Información
Ministro González Alcántara desecha 3 impugnaciones contra reforma judicial; las emitieron en Guanajuato y Chihuahua
Caricaturista de EL UNIVERSAL recibe Premio Nacional de Periodismo 2023; cartón aborda el caso Ayotzinapa
Ramírez de la O adelanta recortes al gasto en varios rubros para Presupuesto 2025; “no nos estamos enfocando en una sola área”
Los fondos de cobertura duplicaron sus apuestas a favor de una apreciación del peso mexicano, señalan contratos negociados en la Bolsa Mercantil de Chicago.
Las posiciones netas a favor de la moneda nacional fueron de alrededor de 700 millones de dólares entre el 25 de septiembre y 1 de octubre. Esta última fecha coincide con la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como la primera Presidenta de México.
Se trata del doble de los 310 millones de dólares en contratos que estaban a favor del peso una semana antes. Desde marzo del año pasado, los fondos apuestan por una apreciación de la divisa mexicana mediante la compra de pesos a una cotización determinada para esperar venderlos a un precio superior a futuro.
El peso despidió la semana en 19.27 unidades y acumuló una apreciación de 2.1% o 40 centavos en las primeras cuatro jornadas de la nueva administración, según las operaciones al mayoreo que presenta Bloomberg.
Esta ganancia contrasta con la pérdida de 0.6% o 13 centavos que tuvo la divisa mexicana al comenzar la gestión pasada.
No obstante, contra todos los pronósticos, el expresidente Andrés Manuel López Obrador pasó a la historia por entregar un peso más fuerte que cuando asumió el cargo, lo que tuvo que ver con varios elementos, pero los más relevantes fueron las altas tasas de interés y las remesas, opinó Enrique Covarrubias Jaramillo, economista en jefe de Actinver.
“Para combatir la inflación, Banxico tuvo que incrementar su tasa de referencia al máximo desde que existe la política monetaria moderna en el país, lo que convirtió al peso en uno de los activos financieros más atractivos a escala global”, dijo en entrevista.
También tuvieron que ver los flujos de Inversión Extranjera Directa, incluida la llegada de capitales por la relocalización de empresas —el llamado nearshoring—, así como el comercio internacional de mercancías y los ingresos de divisas por turismo, comentó Covarrubias.