La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores y contratistas se duplicó entre julio de 2022 y el mismo mes de este año, de acuerdo con estadísticas de la empresa y documentos en poder de EL UNIVERSAL.
El saldo por pagar al cierre del séptimo mes de 2023 se ubicó en 73 mil 629 millones de pesos, mientras que un año antes totalizaba 37 mil 104 millones de pesos, un incremento de 98%.
La petrolera tiene en su catálogo de proveedores a 702 empresas diferentes desde 2015 a la fecha, con un total de 5 mil 81 contratos activos públicos que generan compromisos a futuro por un billón 433 mil 697 millones de pesos.
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En la presentación de resultados del segundo trimestre de este año, el director de la petrolera, Octavio Romero Oropeza, expuso que en la primera mitad de 2023 se realizaron pagos a proveedores por 214 mil 630 millones de pesos.
En 2022, Pemex pagó a proveedores y contratistas 445 mil millones de pesos a través de un esquema de refinanciamiento y factoraje para las empresas interesadas.
Luis Miguel Labardini, socio de Marcos y Asociados, Consultora Energética, explicó que el problema no es insolvencia, sino liquidez.
“Pemex sí paga, pero con un retraso de meses. El problema es que los adeudos financieros siempre han tenido prioridad, y los adeudos con proveedores aparentemente no tienen visibilidad”, afirmó.
“Esto en realidad no es totalmente cierto, pues en [los mercados de] Nueva York también afecta a todos los contratistas y hace ruido, sobre todo respecto a la calificación crediticia de Pemex, que debería ampliar el programa de factoraje”.
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Dilema financiero
De acuerdo con un oficio revelado hace días, Pemex solicitó medidas urgentes a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ante los requerimientos para enfrentar deudas, mismas que para 2024 ascienden a 11.2 mil millones de dólares.
Este miércoles el titular de la SHCP, Rogelio Ramírez de la O, responsabilizó de la situación financiera de Pemex al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
“El que endeudó a Pemex en 50 mil millones de dólares, pasando de 49 mil a más de 100 mil millones de dólares, fue el anterior régimen del presidente Peña Nieto, y esa es la realidad”, acusó al comparecer en la Cámara de Diputados.
Además, afirmó que este gobierno no ha endeudado a la empresa y defendió la inyección de recursos por 145 mil millones de pesos que se solicitan para 2024 con el fin de pagar las próximas amortizaciones de la deuda de Pemex.
Reclaman pago
Los adeudos generaron una crisis al interior de Pemex, pues hace días se conoció que al menos tres empresas que le dan servicios críticos han reclamado la falta de pago.
Se trata de la estadounidense Baker Hughes, vinculada al escándalo de la Casa Gris donde vivió José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y que ofrece servicios a la filial Pemex Exploración y Producción, principalmente.
También Ferromex, que ofrece transportación de petrolíferos a la subsidiaria Pemex Transformación Industrial y, de acuerdo con fuentes consultadas con conocimiento de las operaciones ferroviarias en Tula y Salamanca, ha dejado de dar créditos “a la palabra” a Pemex por los retrasos en pagos.
“Antes se trabajaba con créditos, es decir, se movían los petrolíferos y uno se esperaba al pago semanas después de mandar la factura, pero ahora ya no. Ahora es, o me pagas, o no muevo nada”, dijo una fuente que pidió no ser identificada. Ferromex es la principal ferroviaria del país y forma parte de Grupo México, de Germán Larrea.
Otra empresa con reclamos es la filial de la argentina Pan American Energy, Hokchi Energy, compañía que inició un proceso de controversia por la falta de pago en intercambio de petrolíferos y gas.
EL UNIVERSAL solicitó más detalles a Pemex sobre los reclamos, pero no comentó al respecto, ni ha desmentido la información.
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Riesgo latente
Fluvio Ruiz Alarcón, analista del sector petrolero y exconsejero profesional de Pemex, apuntó que preocupa que algunas empresas comiencen a judicializar la deuda, porque Pemex se puede ver afectada en sus actividades, mientras los acreedores, sobre todo los pequeños y medianos, se ven impactados al grado de poder quebrar.
“Al no honrar esas deudas, la judicialización puede imposibilitar financieramente a Pemex y generar severos contratiempos en la operación. Esto deja ver la necesidad de una solución de fondo, que es una reforma fiscal que permita dotar de autonomía de gestión a la petrolera para 2024”, dijo.