No sólo se duplicaron los mexicanos sin acceso al sistema de salud público en este gobierno, sino que además tuvieron que pagar servicios privados más caros.
Al monitorear precios en todo el país, el Inegi detectó que los servicios médicos se encarecieron 6.1% en julio pasado. Se trata del mayor aumento en casi 20 años, desde enero de 2004.
El servicio que subió más fue la hospitalización general, cuyo precio se elevó 7.6%. Le siguen la atención médica durante el embarazo, con 7.2%, así como la consulta y prótesis dental, que cuestan 6.6% más que hace un año.
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Continuaron la hospitalización de parto y las consultas médicas generales, con incrementos de 6.5% y 6.2%, respectivamente.
El alza se debe a la mayor inflación en general, así como a los costos más altos que trajo consigo la ruptura de las cadenas de proveeduría por la pandemia de Covid-19, cuyos efectos se reflejaron principalmente en los servicios de laboratorio y radiografías, mencionó Rodrigo Oria y Anaya, presidente de la Comisión de Salud de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“Todo ha aumentado de precio, pero el gasto impacta más en las familias debido a que ya no tienen los servicios de salud que les daba el Insabi [Instituto de Salud para el Bienestar]”, hizo ver en entrevista con EL UNIVERSAL.
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Incremento por sexenio
El Inegi tiene registro de que los servicios médicos acumulan una subida de 24% del 1 de diciembre de 2018 al 31 de julio pasado, es decir, en los primeros 56 meses de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El ajuste es mayor que en el periodo similar de la administración de Enrique Peña Nieto, cuando se encarecieron 20% del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2017, mientras que en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa sumaron un alza de 19%.
La última vez que los mexicanos sufrieron una carestía mayor que ahora fue en la gestión de Vicente Fox Quesada, cuando los servicios aumentaron 36%.
Fuentes del sector privado que pidieron el anonimato dijeron que los servicios se encarecieron por la tramitología para abrir consultorios, laboratorios y hospitales, ya que el gobierno tarda entre dos y cuatro años para permitir la apertura de algún negocio ligado a la salud, mientras que en otros países toma cerca de seis meses. “Este tiempo adicional (...) hace que las cosas cuesten más”; si los trámites fueran más expeditos no habría tanto costo de apertura.
Ante la alta demanda y poca oferta de servicios, explicaron, “el sistema privado atiende a más personas y se satura, por eso los precios suben”. Desde su punto de vista, el gobierno debe “facilitar la apertura [de empresas del sector salud] para que haya más competidores en el sector privado y eso ayude a bajar los precios”.
Este mes, el Coneval dio a conocer que 50 millones de personas dijeron no tener acceso al sector salud el año pasado, 30 millones más que en 2018, cuando terminó la administración anterior.
Se quedan enfermos
Para varias familias, los consultorios adyacentes a farmacias, como Farmacias Similares y La Generosa, se convirtieron en la única opción para obtener servicios de salud a precios accesibles, los cuales dan 10 millones de consultas mensuales.
“Cada vez hay más gente que necesita atención de salud y que no la obtiene en el sector público, por eso ha crecido esta oferta [consultorios adyacentes a farmacias] del sector privado para darle alternativa a la gente, pero aun así es insuficiente, pues personas que requieren atención médica no la reciben ni en el sector público ni en el privado... y se quedaron con su enfermedad”, dijo el integrante de la Coparmex.
Destacó que “10% de la población mexicana, es decir, 12 millones de personas, tiene que gastar en salud y medicamentos uno de cada cinco pesos que reciben, con el impacto que eso tiene... y piden prestado a su compadre, a la caja de ahorro y se endeudan”.
A lo largo de la última década, los consultorios que se encuentran junto a una farmacia pasaron de 13 mil a 18 mil unidades, un aumento de 38%, de acuerdo con información que dio a conocer el colectivo Cero Desabasto y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Este resultado tiene que ver con la falta de consultorios de medicina general, debido a que el sector público abrió 288 establecimientos en 2021, mientras que el privado inauguró 8 mil 220 unidades.