Las reservas internacionales del país pueden superar los 200 mil millones de dólares con la nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) que el Fondo Monetario Internacional (FMI) hará para México.
Esto significa un nuevo récord en activos para enfrentar shocks externos o una salida de capitales abrupta y de gran magnitud, como sucedió en 1995 con los Tesobonos tras la crisis del llamado Efecto Tequila.
La fórmula para la distribución de las cuotas se calcula de acuerdo con el Producto Interno Bruto (PIB), apertura económica, variabilidad económica y nivel de reservas internacionales.
Con base en ello, a México le corresponderían 12 mil millones de dólares que se irían a las reservas internacionales, dado que la cuota de participación es de 1.91%, pues aumentó desde 1.52% que tenía en mayo de 2012.
Sería el segundo país latinoamericano más beneficiado después de Brasil, con más de 15 mil millones de dólares en DEG, y por arriba de Argentina, que le corresponden 4 mil 355 millones.
Así, las reservas en Banxico tocarán un nuevo récord pese a las reducciones semanales que registra por cambios en valuación de activos y la baja acumulada en el año de 1.25% equivalente a 2 mil 454 millones de dólares.
Sin adeudos con FMI
“Para México, esa asignación de 12 mil millones de dólares se sumará al saldo actual de la reserva internacional”, destacó el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Ángel García-Lascurain.
“Esto generará mayor confianza, se reforzará el mercado de divisas y mantendrá la estabilidad del tipo de cambio”, manifestó.
Afirmó que lo anterior redundará en un círculo virtuoso de confianza y certidumbre que alentará a la inversión, el empleo y el crecimiento económico.
Esto viene a complementar el blindaje financiero de la economía mexicana junto con la línea de crédito flexible del FMI.
Pero no servirían para pagar deuda pública, sólo si existiera un compromiso con el mismo Fondo Monetario.
Sin embargo, el presidente nacional de Estudios Económicos del IMEF, Gabriel Casillas, ponderó que desde 2000, México no tiene ningún adeudo con el FMI, como Colombia, que usó parte de la línea de crédito para enfrentar problemas de balanza de pagos por el apoyo fiscal para enfrentar la crisis provocada por la pandemia del Covid-19.
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