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Las remesas de los migrantes mexicanos en Estados Unidos se han convertido en una de las fuentes de ingreso más importantes del país. En 2017, la captación de remesas marcó un récord histórico alcanzando los 28 mil 771 millones de dólares, superando la cifra que genera la industria automotriz y el turismo, y el comportamiento durante este año anticipa que será otro año récord, es así que los migrantes que se fueron del país se han convertido en uno de los pilares que sostiene la economía mexicana.
“La exportación masiva de fuerza de trabajo barata, flexible y vulnerable ha tenido como contrapartida para México el flujo constante y masivo del mayor saldo neto de divisas que han llegado al país en todos los años del TLCAN: las remesas, la parte del salario que los migrantes envían a sus hogares en un México que no les brindó oportunidades”, aseguró Fernando Herrera Lima, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 2017, el flujo de remesas casi igualó a la Inversión Extranjera Directa (IED) la cual registró 29 mil 695 millones de dólares y superó por mucho los ingresos por exportación de crudo que ascendió a un monto de 19 mil 662 millones de dólares.
“Sin remesas la economía mexicana y la sociedad se caen. Fuera de la maquila no hay pilares sólidos para producir las divisas que necesita la economía”, afirmó.
El 2016 fue un año crucial para las remesas ya que presentaron una recuperación importante que se explica por la recuperación del empleo en Estados Unidos, el cual cayó de 10% a 4% al cierre de junio de este año, así como la recuperación de la economía norteamericana.
“Tenemos un elemento económico que es la recuperación del empleo y un elemento social que tiene que ver con el miedo que ha introducido Donald Trump en la comunidad de migrantes. Es claro que este año va ser año récord para las remesas”, explicó Herrera Lima, investigador de relaciones internacionales y globalización.
Las remesas captadas durante 2017 tuvieron un incremento de 6.6% con respecto a 2016, además durante el mismo periodo aportaron 2.7% del PIB, mientras que la industria automotriz, una de las más pujantes del país aportó 2.9%.
TLCAN y el auge exportador. El especialista detalló que las remesas familiares enviadas a México crecieron exponencialmente y de forma constante a partir de 1994.
Hoy a casi 25 años de haber entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte las remesas han sido la principal fuente de ingreso de divisas, frente al comportamiento regresivo de las balanzas petroleras y de manufactura.
“El modelo económico mexicano está basado en la exportación de mano de obra barata, ya sea, a través del sistema de maquila o a través de exportación de mano de obra directa, es decir, de los portadores de la fuerza de trabajo, de los mexicanos que migran a Estados Unidos”, afirmó el experto.
Explicó que una de las bases del modelo económico que sustenta la economía durante todo el periodo del TLCAN fue la idea era homogeneizar condiciones de vida, de trabajo y de consumo de las poblaciones de los distintos países que integran esos acuerdos comerciales, pero en México no sucedió.
El crecimiento de la desigualdad durante el periodo del TLCAN
se acrecentó.