El desempleo y la incertidumbre económica por la pandemia ocasionó que algunas personas ya no pudieran pagar su hipoteca, por lo que los bancos iniciaron el proceso para recuperar y rematar esos inmuebles.
De acuerdo con Lamudi, plataforma de anuncios clasificados de bienes raíces, en la primera mitad del año, la oferta y la demanda de inmuebles en remate hipotecario crecieron entre 27% y 30% en comparación con el primer semestre de 2020.
La Ciudad de México es la entidad con mayor oferta y búsqueda de este tipo de inmuebles, seguida del Estado de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Cancún, León y Zacatecas.
Daniel Narváez, director de Marketing y Relaciones Públicas de Lamudi, dijo que el desplazamiento de estos inmuebles en el mercado toma casi 24 meses, ya que son activos que se adjudican mediante un proceso legal.
“Los remates han llamado mucho la atención por parte de la demanda de varios mexicanos para colocar su capital. Tras la pandemia se han perdido millones de empleos tanto formales como informales y gran parte de la población vio reducidos sus ingresos”, explicó Narváez.
Sólo en la Ciudad de México creció hasta 67% la búsqueda de propiedades en remate respecto al primer semestre de 2020.
De acuerdo con Lamudi, 75% del inventario de remates inmobiliarios son casas y el resto son departamentos.
Narváez comentó que el precio es la parte más atractiva de este tipo de inmuebles, pero se debe considerar que se trata de una inversión a largo plazo en el que la escrituración es más costosa porque se tiene que pagar un impuesto por la adjudicación, además de un avalúo.
Hasta después de la entrega de la escritura, el propietario puede habitarlo o venderlo y no se admiten créditos, toda la transacción es de contado.
“Tampoco se pueden hacer visitas al inmueble por aspectos legales, ya que está en estatus de adjudicación y todavía no está liberado para una compra-venta”, agregó Narváez.
Inversión con riesgos
Jorge Paredes, analista de Realty World, comentó que hacer una inversión de este tipo tiene algunos riesgos, por lo que recomendó identificar plenamente a la persona que está ofreciendo el inmueble para comprobar que es el dueño de la propiedad con ayuda de algún buró de investigación legal y crediticia.
El año pasado, los bancos implementaron programas de apoyo para que las personas no dejaran de pagar sus créditos hipotecarios, pero algunas hipotecas traían retrasos de años y son estos inmuebles los que terminan en un remate cuando se agotan todos los recursos judiciales del banco para solicitar el pago.
De acuerdo con HSBC, la cartera vencida de la banca comercial en el rubro hipotecario es de 3.5%; en cambio, con la crisis de 2008 este indicador llegó a ubicarse en 4.4%; y en la crisis de 1994 se situó en 16.3%.
Generalmente son las recuperadoras de cartera, no el banco, las que efectuan el juicio ejecutivo mercantil y el embargo para bloquear la propiedad en el Registro de la Propiedad Privada, y luego rematar la propiedad.
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